El ser humano es con diferencia el mayor explotador y depredador de las serpientes, sean venenosas o no. Como es de suponer estos animales han sido y son evitados por la mayoría de las personas con las que comparten su habitat sin embargo anualmente se producen gran cantidad de bajas, en ambos bandos, por actividades que van desde cuando las personas intentan matar a uno de estos animales y son mordidos por una serpiente que se defiende a cuando un conductor atropella intencionadamente a una serpiente que se asolea en una carretera incluso invadiendo el carril contrario para hacerlo y otro tipo de actividades, sin embargo estas actividades, aunque nocivas para estos animales, sólo pueden considerarse como algo nimio cuando se las compara con el uso dado en los absurdos y nefastos “rodeos” de serpientes de cascabel celebrados anualmente en los Estados Unidos, estos espectáculos ocurren en estados como Texas, Georgia, Alabama, etc y en ellos todos los años miles de serpientes de cascabel son cazadas y destinadas a la muerte en aras de la protección del ser humano y del ganado, esto es, la eliminación sistemática de una “alimaña” en pleno siglo XXI.
El primer de estos rodeos se celebró en Okeene, Oklahoma, en el año 1934 y hoy en día se celebran alrededor de 30 de estos eventos de manera anual, en ellos miles de serpientes son capturadas (se han estimado unas 125.000 anualmente), torturadas y finalmente sacrificadas supuestamente en beneficio de la salud y seguridad pública, sin embargo y en el fondo todo radica en un lucrativo y no regulado negocio basado en las pieles de serpiente para la fabricación de bandas de sombreros de Cowboy, botas, cinturones, etc así como la venta de ejemplares de todos los tamaños disecados, de sus cabezas o cascabeles y todo tipo de parafernalia que podamos imaginar y que se puede hacer con una serpiente y en todo esto desde luego no podemos olvidarnos del beneficio económico que obtienen los ayuntamientos, cámaras de comercio y los comercios de los pueblos donde se celebran por la afluencia masiva de personas.
Otros usos de estos animales radican en su carne ya que incluso se crean concursos para ver quien come más carne de serpiente o se enlata para su venta a pesar de que la carne de estos animales nunca ha formado parte de la cultura gastronómica de este país e incluso una reina de la belleza local es elegida durante estos espectáculos, también existen concursos para ver cual es la serpiente más larga, la más pesada y quién es capaz de meter la mayor cantidad de serpientes en un saco o introducir una gran cantidad de serpientes en un saco de dormir ocupado por una persona. También algunos de estos animales se les ordeña el veneno, supuestamente dedicado a la investigación, a pesar de que si esto no ocurre en condiciones de laboratorio el veneno posiblemente estará contaminado y simplemente no valdrá para nada y mientras tanto otros señores manipulan a estos animales y les hacen atacar bajo provocación hostigándolos para que muerdan mientras dan consejos y charlas a la audiencia sobre que hacer para que no les muerda uno de estos animales, claro que curiosamente y en realidad, si uno quiere paliar notablemente dicho riesgo lo único que tiene que hacer es simplemente no imitarles y por supuesto en estas charlas se incide particularmente en lo peligrosos que resultan estos animales y no en lo útiles que resultan para el ser humano en varias facetas.
Indudablemente anualmente se producen varias mordeduras entre estos “manipuladores de serpientes” ya que concursos como meter serpientes de cascabel en una cantidad de tiempo determinada en un saco atrapándolas por el cuello después de aplastar cruelmente su cabeza contra el suelo con un gancho o cogiendolas directamente con la mano resulta una actividad a mi juicio absurda y peligrosa y algunos de estos “heroes” locales acaban en el hospital de esta manera, no obstante en algunos rodeos se les reserva el “honor” de ingresar en la llamada “orden del colmillo blanco” destinada a aquellas personas mordidas durante este tipo de espectáculos en los cuales sería interesante saber cuantas personas entre el publico acuden para ver a alguien siendo mordido.
La cascabel diamantina occidental Crotalus atrox es una víctima
demasiado habitual de estos rodeos.
Foto: Javier Carrasco.
Sin embargo y para las serpientes la celebración de estos rodeos no puede ser más triste ya que todos los años los cazadores aportan miles de estos reptiles a los rodeos, en 1985 se dijo que se sacrificaron 5.035 Kg. de serpientes y lo bien cierto es que los cazadores ya no consiguen las mismas cantidades de serpientes que antes en las cercanías o lejos de los pueblos, sino que cada vez se tienen que desplazar cada vez más lejos, incluso a otros estados para capturarlas y consecuentemente la cantidad de serpientes y el tamaño de los ejemplares, con pocos ejemplares adultos en edad reproductora, está disminuyendo notablemente ya que resulta imposible que una población de estos animales aguante semejante nivel de presión y comercio incontrolado, de hecho si se sigue consintiendo este tipo de espectáculos crueles e inhumanos con estos animales algunas especies de serpientes de cascabel como la diamantina occidental Crotalus atrox, la espectacular oriental Crotalus adamanteus y la cascabel de bosque Crotalus horridus ya amenazadas por la fragmentación y perdida de su habitat a manos del ser humano terminaran en las lista de especies en vía de extinción, resultando hoy en día muy posible que las poblaciones locales de varias zonas hayan quedado ya extinguidas. Esto resulta incluso peor cuando se sabe sobradamente que al menos una de las especies antes citadas la Crotalus adamanteus necesita un periodo de tiempo de al menos 3 años en ambos sexos para alcanzar la madurez sexual y que se reproducen una sola vez cada 2 ó 3 años con camadas cuyo tamaño depende del tamaño de las hembra, cuanto más grande es la hembra más crías produce y desde luego debido al exceso de animales capturados estos son cada vez más pequeños significando que muchos de ellos serán inmaduros o productores de camadas muy pequeñas.
Ejemplares de Crotalus adamanteus hacinados para la
celebración de un rodeo, las serpientes que están
bajo este montón probablemente hayan muerto
asfixiadas o aplastadas.
Foto: Cortesía Bruce Means.
Algunas de las críticas más duras hechas a estos espectáculos lamentables tienen que ver con forma en que se captura a estos animales ya que algunos son sacados de sus madrigueras inyectando gasolina en ellas ante lo cual estos reptiles son forzados a escapar de los vapores tóxicos de este producto, lamentablemente esto deja las madrigueras inservibles no solo para otras serpientes sino también para otros muchos animales que las utilizan para su seguridad e hibernación anual, además, muchas de estas serpientes son capturadas meses antes de la celebraciones y almacenadas en contenedores o bidones sin facilitársele agua o comida, en otros casos muchas de ellas lucen las marcas de haber sido atrapadas usando pinzas las cuales les han causado graves heridas internas por aplastamiento y finalmente la muerte, el caso es que para cuando muchos de estos animales llegan a los rodeos ya están moribundos, débiles o seriamente dañados por los vapores de la gasolina o la inadecuada manipulación, otros ejemplares simplemente mueren asfixiados o aplastados bajo el peso de sus parientes en semejantes condiciones de hacinamiento las cuales pueden prolongarse varios meses hasta la fecha de celebración de los rodeos durante los cuales las serpientes son privadas de agua o comida, en estos rodeos el destino de todos estos ejemplares año tras año resulta el mismo, enriquecer a alguien y morir siendo víctimas de su mala fama y sin merecer ninguna medida de protección o regulación a la hora de sus capturas.
Tristemente algunos norteamericanos parecen no recordar y respetar al animal que tiempo atrás y antes que la majestuosa águila calva estaba presente en su propia bandera sobre la frase “Don´t tread on me” indudablemente la repercusión que la visión de estas imágenes tendrán sobre los niños que se convertirán en las futuras generaciones acerca de animales siendo maltratados, torturados, decapitados y finalmente eviscerados y despellejados ante una audiencia adulta e infantil mientras todavía se retuercen no será la mas deseable. Resulta incomprensible la falta de reacciones por parte de las autoridades ante este inexcusable negocio y las criticas de sociedades por los derechos de los animales, herpetólogos de renombre y seguramente muchos ciudadanos, si una sola ave o mamífero recibiera el mismo trato las criticas negativas posiblemente resonarían en todo el mundo pero parece ser que, en estos casos, este tipo de animales carecen incluso del derecho a la piedad más mínima por parte del hombre.
En los rodeos hay que demostrar lo peligrosas que son las victimas
aunque así también se las someta a un maltrato y abuso constante.
Foto: Cortesía Bruce Means.
Algo similar ha ocurrido en el sudeste Asiático el cual ha colocado a 11 especies de cobra, 12 con la cobra real Ophiophagus hannah, en el apéndice II del C.I.T.E.S. (Convenio internacional del tráfico de especies) debido al comercio masivo de sus pieles para la fabricación de bolsos y complementos hechos de pieles de serpiente, ejemplares disecados para los turistas, la fabricación de licores de serpiente, el comercio de sus vesículas biliares para la medicina tradicional Asiática y el uso de su carne como alimento o debido a supuestas propiedades medicinales, así como su captura para los institutos fabricantes de sueros, estas son las únicas especies de serpientes venenosas incluidas en este apéndice del listado junto con la Vipera wagneri y la Hoplocephalus bungaroides de Australia y no es de extrañar pues las cantidades de animales sacrificados anualmente al menos en Asia llegan a ser escandalosas.
Solo por citar algunas de estas cantidades, no todas, de este comercio masivo de cobras y otras especies citaré lo escrito en una reunión del CITES durante el año 2000, las siguientes y otras cantidades de serpientes comercializadas salieron a la luz en los siguientes países:
- En solo 1 día 200 kilos de cobras vivas salían exportadas desde Camboya hacia Vietnam.
- En el sur de China el consumo de serpientes es elevadísimo, en una visita a un solo mercado en Guangzhou en cada una de las alrededor de 200 tiendas se observaron serpientes a la venta en grandes cantidades estimadas en varios cientos de miles, esto en solo un mercado.
- En Taiwán y solo durante 1997 se consumieron 20.500 cobras escupidoras chinas Naja atra cuyo peso conjunto era de 10.800 kilos.
- Solamente en Java central y las provincias de Yogyakarta en dicha isla, la tasa de captura anual de cobras escupidoras de Java Naja sputatrix capturadas oscilaba entre los 44.855 y los 101.650 ejemplares.
- Solo en 1992 se comunicó la exportación de 10. 000 pieles de cobras, posiblemente Naja sputatrix o sumatrana desde Indonesia hasta Singapur.
- Se considera a Indonesia el país más importante a la hora de exportar cobras asiáticas habiendo llegado a exportar al menos hasta 2.000.000 de ejemplares en un periodo de ocho años.
Si el ritmo de capturas para su consumo continúa,
el futuro de varias especies de cobras Asiáticas como
ocurre con esta bella cobra escupidora de Indochina
Naja siamensis se verá muy seriamente
Naja siamensis se verá muy seriamente
comprometido.
Foto: Cortesía Reptilario Parque de Cabárceno. Cantabria.
Y esto si hablamos solo de cobras aunque muy posiblemente hoy en día se abusa considerablemente de otras especies para su uso en la fabricación de licores en los que se incluye el cuerpo de la serpiente en el interior de la botella, especies como la mamushi Gloydius blomhoffi y la habu de Okinawa Protobothrops flavoviridis y posiblemente otras especies las cuales son utilizadas comercialmente desde antaño en este sentido, otros ejemplos de uso y abuso son el de Japón que utiliza anualmente miles de serpientes marinas para utilizar sus pieles, órganos internos y carne para el consumo humano ¿cuantas serpientes marinas se usan anualmente?, ¿las poblaciones de estos reptiles pueden soportar este nivel de muertes?, otro uso funesto consiste en la utilización de estos animales para la medicina tradicional Oriental y en los cuales a muchos de estos animales se les extrae cruelmente la vesícula biliar o la sangre estando todavía vivos para su uso en pócimas destinadas a todo tipo de curas milagrosas e incluso para “poder” engendrar hijos varones, recuperar el vigor sexual perdido o purgarse después de mantener relaciones sexuales con prostitutas, por no hablar de los miles de serpientes que son consumidas anualmente en el Sudeste Asiático y China como comida tanto por su carne como por sus supuestas propiedades medicinales.
Personalmente encuentro este tipo de prácticas tan reprobables y crueles para con estos animales como las utilizadas por los “encantadores” de serpientes del norte de África y el Sudeste Asiático, muchos de ellos verdaderos farsantes que no dudan en mutilar a las cobras que utilizan arrancándoles los colmillos inoculadores, cauterizando sus glándulas venenosas con un hierro al rojo, cosiendo su boca o incluso sellándola con silicona para que su mordedura sea inofensiva, ni que decir tiene que la vida de muchos de estos animales en manos de estos impresentables es corta debido a los malos tratos, a la tensión nerviosa que sufren a diario y que las lleva a negarse a comer y a las infecciones provocadas por estos crueles métodos, puede decirse que en manos de estas personas una de estas serpientes morirá o su salud quedará seriamente dañada en aproximadamente un mes, afortunadamente hoy en día al menos las autoridades Indias multan a los “encantadores” y además les incautan los animales.
Otro uso tan horrible o más que el antes citado de los “encantadores” de serpientes es el uso de serpientes venenosas enfrentadas a mangostas como espectáculo para turistas, en este sentido en varios países se celebran estos crueles combates sin sentido, algunas de las especies usadas son las típicas cobras indias Naja naja u otras, e incluso especies endémicas como la fer de lance Bothrops lanceolatus o las habu de Okinawa Protobothrops flavoviridis y en ellos la turística audiencia puede contemplar como una mangosta mata a una de estas serpientes, todo un espectáculo, pero triste.
Otra crítica negativa, quizá la única, vaya destinada a aquellos institutos creadores de sueros los cuales simplemente se han dedicado a mantener una explotación inhumana de las serpientes capturadas por su veneno capturando ejemplares nuevos cada vez que las anteriores simplemente morían en poco tiempo como resultado de unas pésimas medidas de mantenimiento en cautividad y manipulaciones indebidas, lamentablemente dichas medidas de mantenimiento no solo influyen en la enorme mortalidad de las serpientes usadas sino en la calidad de sus venenos cuando están vivas y consecuentemente esto afecta a la calidad de los antídotos destinados a combatir sus mordeduras.
Matanza de cobras a comienzos del siglo XX destinada a la
obtención de su veneno en el Instituto Pasteur de Vietnam.
Foto: Origen desconocido.
A pesar de todo esto muchos institutos dedicados a la obtención de estos sueros hoy en día emplean técnicas adecuadas de mantenimiento, manipulación y ordeñan a sus serpientes después de haberlas sedado reduciendo así el estrés al que se las somete durante este proceso garantizando así una vida larga y plena (ya que incluso se reproducen en cautividad en sus instalaciones) para sus animales durante muchos años y de los cuales obtienen así venenos de gran calidad muy aptos para la fabricación de sueros y otros fines.
Mención especial merece a mi juicio la creación de la cooperativa de cazadores de la tribu Irula en la India con la colaboración del herpetólogo norteamericano afincado allí Rom Whitaker, en ella cobras Indias Naja naja, Kraits comunes Bungarus caeruleus y víboras de Russell Daboia russelii son capturadas generando así ingresos para esta comunidad la cual antes de la prohibición de la caza de serpientes para la obtención de sus pieles se ganaba la vida haciéndolo junto con otros muchos cazadores (solo en 1932 se estimo la exportación de pieles de serpiente desde la India en 2.500.000 unidades y en 1968 no menos de 10.000.000 de serpientes fueron sacrificadas por su piel), quedándose sin trabajo de esta forma, en dicha cooperativa las serpientes capturadas son ordeñadas 3 veces para ser posteriormente liberadas en la naturaleza lo cual constituye un feliz y ecológico uso de estos animales para conseguir su veneno y fabricar los tan necesarios antídotos. Otro ejemplo de uso sostenible es el llevado a cabo por ciertos laboratorios en Brasil donde después de capturar legalmente varios cientos de la localmente conocida como caissaca Bothrops moojeni no se ha vuelto a extraer ninguna más de la naturaleza debido a que estas se reproducen anualmente en sus instalaciones.
Rom Whitaker y “Su Majestad” la amenazada cobra real
Ophiophagus hannah.
Foto: Cedric Bregnard. Cortesía: Rom Whitaker.
Indudablemente el antes mencionado Rom Whitaker se merece una o dos menciones especiales no solo por su trabajo y colaboración en la cooperativa Irula sino por la creación de un santuario destinado a la protección de la impresionante y carismática cobra real Ophiophagus hannah en la India, este quizá sea el único santuario destinado a la protección de una serpiente y además venenosa a nivel global, espero que otras personas sigan con este ejemplo y destinen santuarios para estos animales en otros países del mundo ya que muchas especies de serpientes venenosas están viendo sus habitats reducirse rápidamente y hablando de habitats que menguan peligrosamente otra persona a tener muy en cuenta es el Doctor Rodrigo Souza quien está embarcado en la protección de la amenazada y rara bushmaster de la mata Atlántica Lachesis muta rhombeata, en Brasil esta serpiente se encuentra muy seriamente amenazada debido a la desaparición de su habitat, el 93% de estas selvas ya han desaparecido para crear haciendas ganaderas y el doctor Souza está realizando grandes esfuerzos para incrementar su población estudiándola y criándola en cautividad en su Serra Grande Center, si encontrar en su habitat natural a cualquier especie de Lachesis es toda una rareza desde Centroamérica a Brasil, encontrar a una de esta subespecie prácticamente debe ser algo imposible ya que según Souza está prácticamente extinguida en libertad.
Cualquier persona que lo desee puede efectuar una muy necesitada donación para ayudar al Doctor Souza en su cruzada de salvamento de esta increíble y rarísima serpiente en la dirección que aparece abajo, indudablemente esta causa merece la pena y toda nuestra atención.
Las donaciones pueden ir enviadas directamente o vía Western Union a:
Rodrigo Cançado Gonçalves de Souza.
CPF 525.920. 146 - 9 1
Banco do Brasil
Agencia: 3192-5 (Ilhéus)
Número de cuenta: 16526-3
El consumo de objetos, ya estén considerados legales o no, hechos con pieles o partes de serpientes, venenosas o no, deteriora las poblaciones de estos animales, algunas ya en retroceso y desde luego no convierte en elegante a quien los usa, las cifras de animales sacrificados cada año son ESCANDALOSAS en el caso de algunas especies ( más de 500. 000 ejemplares de pitón reticulada Python / Broghammerus reticulatus y más de 100.000 pitones sangre Python brongersmai y pitones de cola corta Python curtus y breitensteini son sacrificados primordialmente por su piel sólo en Sumatra y Borneo anualmente ) si a esto se le suma que las serpientes tienen pocos amigos o protectores entre los seres humanos a nivel global al contrario que otros animales potencialmente peligrosos como los tigres, osos, etc hace que el resultado para garantizar su futuro en el planeta pueda ser desastroso.
Pensáoslo dos veces antes de comprar cualquier producto hecho con piel de serpiente aunque esté a la venta de manera legal y mucho más si lo está ilegalmente,
El Doctor Rodrigo Souza con una de sus “surucucu pico de jaca”.
Esta subespecie de bushmaster o “señor de la selva” está
considerada como vulnerable por la Unión Internacional
de la Conservación de la Naturaleza. UICN.
considerada como vulnerable por la Unión Internacional
de la Conservación de la Naturaleza. UICN.
Foto: Cortesía Rodrigo Souza.
Con un poco de colaboración económica con el Dr. Souza
conseguiremos rescatar de la extinción a la rara y bella
Lachesis muta rhombeata. Los ejemplares nacidos
en cautividad serán usados para repoblar áreas
protegidas.
Fotos: Cortesía Rodrigo Souza
esta muy mal redactado, debeían mejorar ese aspecto.
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