Sueros antiofidicos. Tipos y características.

A pesar de que la primera referencia al tratamiento de la mordedura de serpiente apareció en un papiro Egipcio datado en el año 1600 antes de Cristo, la investigación para contrarrestar los terribles efectos de los venenos de serpiente y producir los sueros antiofídicos corrió a cargo de Albert Calmette quien comenzó su investigación en 1897 en el instituto Pasteur de Francia, siendo Vietnam el país donde se usaron por primera vez.

Desde entonces dichos sueros se han consolidado como la única cura posible ante un envenenamiento que de otra forma sería letal o dejaría a la víctima con graves secuelas físicas, sin embargo debe reseñarse que estos sueros tienen la virtud de detener el avance del veneno y contrarrestarlo pero no puede hacer nada contra las lesiones que dichas toxinas hayan podido ocasionar en el organismo o en los tejidos de la zona afectada, las cuales deben ser tratadas adecuadamente en un hospital.

El proceso de elaboración de estos sueros comienza con la obtención de veneno de serpiente mediante ordeño, este veneno es inoculado en animales como cabras, ovejas o principalmente caballos, inicialmente en dosis muy bajas las cuales irán posteriormente creciendo en volumen, dándole así al animal tiempo para producir los anticuerpos necesarios para sobrevivir a las toxinas, una vez que el animal está hiperinmunizado se le extrae sangre y se separa el plasma junto con los anticuerpos volviéndose a inyectar las células sanguíneas al animal para evitar anemias, estos anticuerpos una vez refinados y purificados se convierten en los citados sueros antiofídicos, la parte negativa de dichos sueros es que al provenir de animales pueden provocar reacciones alérgicas graves en algunas personas, motivo este por el que nunca deben ser administrados fuera de un hospital o por personas inexpertas, otros problemas pueden surgir al administrarlos sin conocer si existe un envenenamiento esto puede traer consecuencias graves para el herido habiéndose dado algunos rarísimos casos en los que la victima ha fallecido como consecuencia de un shock anafiláctico provocado por la indebida administración del suero, aunque esto ocurre raramente.

Ejemplos de sueros antiofídicos polivalentes destinados a

combatir el veneno de varias especies.

Fotos: Lola Molina.

Los posibles síntomas de reacción negativa ante estos sueros aparecen de 3 a 60 minutos del comienzo de su administración, estos síntomas consisten en picores, urticaria, tos, nausea y vómitos, taquicardia y dolores de cabeza, más del 5 % de los pacientes tratados con estos sueros desarrollan síntomas de anafilaxia sistémica con síntomas como hipotensión, broncoespasmo y angioedema. En los casos en que se producen estos síntomas negativos la inoculación de suero debe pararse y procederse al tratamiento desensibilizador del paciente para posteriormente seguir inyectándole el suero antiofídico cuando los síntomas anafilácticos negativos remitan. Como ya he comentado antes estos medicamentos siempre deben ser aplicados en su hospital para poder contrarrestar los posibles efectos secundarios, siendo la forma de inoculación intravenosa la más eficaz, la dosis que debe ser aplicada a los niños es exactamente la misma que a los adultos.

El suero para combatir los efectos de la mordedura de las

serpientes tigre fue el primero en crearse en el año 1930

en Australia,en la foto Notechis scutatus.

Foto: Cortesía Brian Bush.

Estos medicamentos pueden estar destinados a contrarrestar los efectos del veneno de una sola especie (sueros monovalentes) o de varias (polivalentes). Indudablemente si uno conoce la identidad de la especie mordedora lo mejor es siempre usar un suero monovalente para dicha especie, no obstante, en muchos casos la identificación de la especie atacante no siempre es posible de modo que resulta mas útil usar sueros polivalentes válidos para la mayoría de las especies de mordedura más peligrosas y comunes de una región geográfica determinada incluso a pesar de que resultan menos eficaces en caso de envenenamiento, debido a esto se necesitan dosis mayores de suero para contrarrestar el veneno. Debe aclararse que no existen sueros para muchas de las especies existentes por potentes que sean sus venenos, posiblemente debido a que son escasas o rara vez provocan algún accidente.

Ordeño de cobra de monóculo Naja kaouthia para obtener
su veneno.

Foto: Lola Molina.

Aparte de los citados efectos secundarios otros factores negativos de estos sueros son sus elevados precios y su pronta caducidad incluso en las mejores condiciones de conservación, esto es preservándolos de la luz y manteniéndolos entre 2 y 8 grados de temperatura ( nunca deben ser congelados ). La presentación de este medicamento puede ser bajo forma líquida, en ampollas de 10 ml, o en ampollas que contienen polvo hidrofilizado el cual debe ser disuelto en agua destilada o suero fisiológico para su uso, esta última forma de creación del suero, en polvo, hace que su caducidad sea más longeva que cuando es creado en forma líquida.

Ejemplos de sueros monovalente destinados a una sola especie,

incluso así pueden ser útiles para combatir el veneno de

especies similares en algunos casos.

Fotos: Lola Molina.

Desde hace relativamente poco tiempo se ha desarrollado una nueva clase de sueros, los llamados Fab mucho más purificados y libres de aquellas substancias que producen las negativas reacciones anafilácticas, esto se consigue purificando las inmunoglobulinas del suero y digiriéndolas con pepsina para aislar y conservar el fragmento F(ab)´2 al cual va ligado el antígeno, con ello se consiguen los citados sueros y la tranquilidad de no provocar reacciones adversas en el paciente.