Serpientes venenosas. De todas ¿cuales lo són ?

De una totalidad de alrededor de 2.700 especies de serpientes existentes en el planeta solo alrededor de 450 especies son venenosas y de estas solo son peligrosas para el hombre unas pocas especies, alrededor del 15%, las cuales taxonómicamente hablando pertenecen a las siguientes familias y están presentes en mayor o menor medida en todos los continentes de la tierra excepto en zonas polares siendo más abundantes en zonas tropicales.

 Dentro de la enorme y mundialmente extendida familia de los COLÚBRIDOS - popularmente conocidas como culebras - y ubicadas en la subfamilia Boigidae, las cuales están dotadas con colmillos inoculadores traseros conectados a glándulas venenosas, solo 5 especies han causado victimas humanas y lo han hecho de manera rara y casual, estas especies son las africanas Boomslang Dispholidus typus, las serpientes rama Thelotornis, la asiática Yamakagashi Rabdophis tigrinus, la culebra verde brasileña Philodryas olfersii y la falsa víbora peruana Tachymenis peruviana. Todas estas serpientes deben ser tratadas con un respeto extremo pero las dos primeras especies deben ser consideradas como de mordedura muy peligrosa debido a lo potente de su veneno y a que al menos para las Thelotornis no existe antídoto comercializado. Estas dos especies fueron la causa de la muerte de dos famosos herpetólogos Karl Patterson Schmidt y Robert Mertens, el primero falleció a causa de una mordedura de Boomslang y el segundo de serpiente rama después de que ambos subestimasen el potencial peligro de estas especies.

Con otras especies también conviene ser cuidadoso ya que las siguientes especies y géneros de colúbridos opistoglifos han sido causantes de envenenamientos severos: Psammophis, Toxicodryas / Boiga, Alsophis, Clelia, Erythrolamprus, Oxybelis, Philodryas, Ahaetulla, Boiga, Rabdophis y Malpolon.

 Sin abandonar a las culebras venenosas debe decirse que hoy en día y según recientes investigaciones ha salido a la luz como varias especies de colúbridos antes considerados inofensivos al carecer tanto de colmillos como de glándulas venenosas conectada con ellos pero que sin embargo poseen una glándula salivar anexa (glándula de Duvernoy) la cual segrega un veneno similar al de viboras y elápidos y que cuando se encuentra en posición trasera en la mandíbula superior está considerada como una glándula diferente a la típica glándula venenosa por unos e igual por otros expertos, de este modo especies como Thrasops , Macropisthodon  o Spalerosophis  se están viendo implicadas en casos de envenenamientos severos o siendo como mínimo capaces de causar envenenamientos locales incluyéndose  también como causantes de envenenamientos especies como las Thamnophis las cuales no poseen colmillos en absoluto (dentición aglifa y -dentro de este tipo de dentición - homodonta donde todos los dientes son de dimensiones similares) y las Heterodon dotadas con colmillos traseros pero no acanalados (dentición aglifa también y  heterodonta, con algunos dientes más desarrollados que el resto) los cuales facilitan la entrada de dichas toxinas en el cuerpo de sus víctimas o atacantes.

Distribuidos por todas las zonas tropicales de la tierra los ELÁPIDOS (familia Elapidae), cuyo representante más famoso son las cobras, comprenden alrededor del 10 % de las especies venenosas mundiales. Habitan en todos los continentes excepto en Europa estando representados en mayor número en Australia donde representan el 80 % de las serpientes del continente. Las serpientes marinas están consideradas por algunos como una subfamilia de los elápidos que eligió y se adaptó a vivir en el mar, hoy en dia estos reptiles marinos están presentes en mayor o menor medida en todas las aguas tropicales de los océanos del mundo excepto en el Caribe habitando en mayor medida en las aguas costeras del Sudeste Asiático y del norte de Australia.

Distribuidas por todas las zonas tropicales y templadas del planeta excepto Australia y llegando a alcanzar zonas casi polares en Europa, los VIPERIDOS o víboras (familia Viperidae) conforman alrededor del  8 % del total de especies de serpientes mundiales. Agrupadas como una subfamilia con las víboras se encuentran las llamadas víboras de fosetas o crotálidos (subfamilia Crotalinae) cuyo representante más famoso son las serpientes de cascabel, estos crotálidos o crótalos, nombrados así en estos textos para diferenciarlos de las víboras sin fosetas, son fácilmente distinguibles de las víboras por la presencia de dos fosetas termorreceptoras en su hocico, dichas fosetas, también presentes aunque en un número mayor y en forma y localización diferentes, en las boas y pitones (en algunas especies) aparecen en los crotálidos bajo la forma de dos agujeros en el rostro del animal situados bajo las narinas. En su interior existen alrededor de 7.000 terminaciones sensoriales capaces de detectar radiaciones de infrarrojos con una sensibilidad tan extraordinaria que pueden percibir cambios de temperatura mínimos de 0.003 grados celsius. Esta capacidad hace que puedan localizar y morder a su presa en una oscuridad absoluta con casi total precisión llegando a fallar solo tres ataques por cada cuarenta intentos.

                              Las fosetas termorreceptoras de esta cascabel tropical

                          Crotalus durissus terrificus aparecen

                                aquí claramente visibles.

                               Foto: Javier Carrasco.