Si
obviamos las típicas noticias de los informativos sobre Colombia que
todos conocemos y nos centramos y profundizamos un poco en este país
encontraremos que estamos ante un verdadero paraíso de biodiversidad
del que los habitantes de este país deben sentirse orgullosos y
defender con uñas y dientes ya que forma parte de su riqueza
nacional ya que, no en vano, Colombia figura – y muy, muy alto -
entre los países más ricos en este sentido, asunto este que a mi
juicio, no es poco.
En lo
tocante a las serpientes, este país es tan espectacular y diverso
que posee más de 270 especies de ofidios de entre las cuales
alrededor de 30 especies pertenecen a las espectaculares y poco
agresivas serpientes coral Micrurus las cuales comparten dicho
país con unas 19 especies de viperidos y a poco que restemos las
especies venenosas (49) del total nos daremos cuenta de que
aproximadamente 221 especies de ofidios son totalmente inofensivas
para el hombre y esto significa que cualquier colombiano tiene
muchísimas más probabilidades de encontrarse con una serpiente
inofensiva que con la que no lo es.
Lamentablemente
muchas personas, tanto en Colombia como en el resto del mundo, no
ven, no conocen o no quieren creer en la necesidad de proteger a los
“mejores raticidas del mundo” ya que siguen pensando aquello de
que la única serpiente buena es la que está muerta y obran en
consecuencia con sus creencias matando a cuanta serpiente se
encuentran en su camino y el alcance de su destrucción, como veremos
a continuación, es más que notable.
En un
estudio publicado en Colombia y titulado “
EL CONTEXTO DE LAS
SERPIENTES DE COLOMBIA CON UN ANÁLISIS DE LAS AMENAZAS EN CONTRA DE
SU CONSERVACIÓN ”. John
D. Lynch. REV.
ACAD.
COLOMB.
CIENC.:
VOLUMEN XXXVI,
NÚMERO 140
- SEPTIEMBRE
2012. su autor
nombra cinco amenazas principales para estos reptiles pero especifica
que solo son dos las realmente importantes, la primera es la
destrucción o alteración de sus hábitats a manos del hombre lo
cual acaba con la vida de multitud de serpientes las cuales
simplemente no encuentran un lugar adecuado donde vivir o ven las
poblaciones de sus presas mermadas y la segunda, pero no menos
importante, son las matanzas indiscriminada a manos de los campesinos
los cuales no solo matan cada serpiente que encuentran sino también
otros animales completamente inofensivos con forma de serpiente y
que, sin embargo, no lo son como es el caso de las cecilias ( un
anfibio serpentiforme ) o los lagartos apodos ( sin patas ).
Según
los datos recabados por el autor de este artículo a raíz de las
entrevistas que efectuó a los campesinos estos matan por miedo a
cuanta serpiente encuentran en sus campos, siendo la cantidad de
animales sacrificados al día de 1, 2 ó 3 ejemplares, ahora bien, si
multiplicamos esta última cifra (3) por los 7 días de la semana
sabremos que un solo campesino mata 21 serpientes a la semana y 1.091
ejemplares al cabo de un año y si multiplicamos esta cantidad por
las aproximadamente 300. 000 familias de agricultores estimadas
viviendo en las tierras bajas del país la cifra es de un total de
¡¡¡ 327, 300, 000 serpientes muertas !!!, incluso aunque cada
agricultor matase una sola serpiente al día la cifra es demencial ya
que en un solo año mueren 109, 200, 000 ejemplares, pero incluso
aunque estos señores “solo” matasen 0.3 serpientes al día la
cifra total pasado un año es de 31, 200, 000 ejemplares muertos, y
esto ocurre un año tras otro y lo peor de todo es que demasiados
campesinos SI que saben que las especies que matan son
especies no venenosas y lo hacen de todas formas con lo cual miles de
inofensivas boas como Corallus, Epicrates o Boa constrictor
junto con una gran variedad de Colúbridos u otras como Lampropeltis,
Elicops, Pseudoboa, Clelia, etc, mueren simplemente “ por que
si”.
Incluso
aunque estos datos fuesen erróneos y solamente muriesen la mitad de
animales sacrificados anualmente las cifras seguirían siendo
sumamente preocupantes y ante esto debo recordar una vez más que los
datos históricos de aquellos países que antaño eliminaron a sus
poblaciones de serpientes autóctonas como son la India y Tailandia
en aras, no del miedo hacia estos animales como ocurre en Colombia,
sino del comercio peletero sufrieron unas durísimas consecuencias,
las cuales son aquellas que no se curan con un suero antiofídico o
se palían mediante la educación de la gente como ocurre con el
ofidismo sino las del hambre debido a que las ratas se comen los
cultivos y los campesinos terminan abandonando los campos ya que no
merece la pena seguir cultivándolos para alimentar a las ratas y es
a eso, al hambre y a las enfermedades transmitidas por los roedores,
a lo que hay que temer de verdad.
Colombia es un país que no está
precisamente desatendido en materia de sueros antiofídicos y que
cuenta en su haber con excelentes médicos, biólogos y
herpetólogos trabajando o estudiando la ecología de las serpientes,
los envenenamientos y el ofidismo e incluso algunos de ellos muy
generosamente han colocado en la Web ( tal es el caso de Héctor
“Charry” Restrepo y la asociación colombiana Ophidia) sus
excelentes trabajos monográficos en materia de
envenenamientos ( ya sean causados por Bothrops, Crotalus
o Micrurus ), primeros auxilios y tratamientos adecuados a
disposición de cualquiera que quiera encontrarlos y leerlos ( cosa
que recomiendo a todo el mundo) y por otra parte y de manera no menos
importante ahí están los miembros del Serpentario Nacional quienes han creado
iniciativas conservacionistas y culturales destinadas a transmitir a
la población el no menos importante conocimiento y enseñarles que
estos animales no son nocivos, sino útiles y necesarios para que el
agricultor obtenga su cosecha y pueda comer y muy necesarios, en el
papel que juegan de depredador y presa, para que el medio ambiente
siga funcionando correctamente con su fauna y flora lo más intacta
posible.
Recomiendo a todos los
Colombianos que visitan asíduamente este modesto Blog, los cuales no
son precisamente pocos ( un abrazo para todos y todas desde aquí ),
que colaboren para proteger la fauna ofidica de su país ya sea
transmitiendo a sus familias, vecinos y demás lo aquí leído o, todavía mejor, colaborando e informándose en la excelente Web del Serpentario
Nacional de Colombia http://www.serpientesdecolombia.com y formando parte
activa de sus interesantísimos proyectos en materia de conservación
de ofidios los cuales están demostrando ser más necesarios que
nunca y todavía más ante los datos tan nefastos que aporta este
estudio.
Excelente blog!!!! saludos
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