jueves, 27 de junio de 2013

Masacre de serpientes en Colombia.

Si obviamos las típicas noticias de los informativos sobre Colombia que todos conocemos y nos centramos y profundizamos un poco en este país encontraremos que estamos ante un verdadero paraíso de biodiversidad del que los habitantes de este país deben sentirse orgullosos y defender con uñas y dientes ya que forma parte de su riqueza nacional ya que, no en vano, Colombia figura – y muy, muy alto - entre los países más ricos en este sentido, asunto este que a mi juicio, no es poco.

En lo tocante a las serpientes, este país es tan espectacular y diverso que posee más de 270 especies de ofidios de entre las cuales alrededor de 30 especies pertenecen a las espectaculares y poco agresivas serpientes coral Micrurus las cuales comparten dicho país con unas 19 especies de viperidos y a poco que restemos las especies venenosas (49) del total nos daremos cuenta de que aproximadamente 221 especies de ofidios son totalmente inofensivas para el hombre y esto significa que cualquier colombiano tiene muchísimas más probabilidades de encontrarse con una serpiente inofensiva que con la que no lo es.

Lamentablemente muchas personas, tanto en Colombia como en el resto del mundo, no ven, no conocen o no quieren creer en la necesidad de proteger a los “mejores raticidas del mundo” ya que siguen pensando aquello de que la única serpiente buena es la que está muerta y obran en consecuencia con sus creencias matando a cuanta serpiente se encuentran en su camino y el alcance de su destrucción, como veremos a continuación, es más que notable.

En un estudio publicado en Colombia y titulado EL CONTEXTO DE LAS SERPIENTES DE COLOMBIA CON UN ANÁLISIS DE LAS AMENAZAS EN CONTRA DE SU CONSERVACIÓN ”. John D. Lynch. REV. ACAD. COLOMB. CIENC.: VOLUMEN XXXVI, NÚMERO 140 - SEPTIEMBRE 2012. su autor nombra cinco amenazas principales para estos reptiles pero especifica que solo son dos las realmente importantes, la primera es la destrucción o alteración de sus hábitats a manos del hombre lo cual acaba con la vida de multitud de serpientes las cuales simplemente no encuentran un lugar adecuado donde vivir o ven las poblaciones de sus presas mermadas y la segunda, pero no menos importante, son las matanzas indiscriminada a manos de los campesinos los cuales no solo matan cada serpiente que encuentran sino también otros animales completamente inofensivos con forma de serpiente y que, sin embargo, no lo son como es el caso de las cecilias ( un anfibio serpentiforme ) o los lagartos apodos ( sin patas ).

Según los datos recabados por el autor de este artículo a raíz de las entrevistas que efectuó a los campesinos estos matan por miedo a cuanta serpiente encuentran en sus campos, siendo la cantidad de animales sacrificados al día de 1, 2 ó 3 ejemplares, ahora bien, si multiplicamos esta última cifra (3) por los 7 días de la semana sabremos que un solo campesino mata 21 serpientes a la semana y 1.091 ejemplares al cabo de un año y si multiplicamos esta cantidad por las aproximadamente 300. 000 familias de agricultores estimadas viviendo en las tierras bajas del país la cifra es de un total de ¡¡¡ 327, 300, 000 serpientes muertas !!!, incluso aunque cada agricultor matase una sola serpiente al día la cifra es demencial ya que en un solo año mueren 109, 200, 000 ejemplares, pero incluso aunque estos señores “solo” matasen 0.3 serpientes al día la cifra total pasado un año es de 31, 200, 000 ejemplares muertos, y esto ocurre un año tras otro y lo peor de todo es que demasiados campesinos SI que saben que las especies que matan son especies no venenosas y lo hacen de todas formas con lo cual miles de inofensivas boas como Corallus, Epicrates o Boa constrictor junto con una gran variedad de Colúbridos u otras como Lampropeltis, Elicops, Pseudoboa, Clelia, etc, mueren simplemente “ por que si”.

Incluso aunque estos datos fuesen erróneos y solamente muriesen la mitad de animales sacrificados anualmente las cifras seguirían siendo sumamente preocupantes y ante esto debo recordar una vez más que los datos históricos de aquellos países que antaño eliminaron a sus poblaciones de serpientes autóctonas como son la India y Tailandia en aras, no del miedo hacia estos animales como ocurre en Colombia, sino del comercio peletero sufrieron unas durísimas consecuencias, las cuales son aquellas que no se curan con un suero antiofídico o se palían mediante la educación de la gente como ocurre con el ofidismo sino las del hambre debido a que las ratas se comen los cultivos y los campesinos terminan abandonando los campos ya que no merece la pena seguir cultivándolos para alimentar a las ratas y es a eso, al hambre y a las enfermedades transmitidas por los roedores, a lo que hay que temer de verdad.

            Colombia es un país que no está precisamente desatendido en materia de sueros antiofídicos y que cuenta en su haber con excelentes médicos, biólogos y herpetólogos trabajando o estudiando la ecología de las serpientes, los envenenamientos y el ofidismo e incluso algunos de ellos muy generosamente han colocado en la Web ( tal es el caso de Héctor “Charry” Restrepo y la asociación colombiana Ophidia) sus excelentes trabajos monográficos en materia de envenenamientos ( ya sean causados por Bothrops, Crotalus o Micrurus ), primeros auxilios y tratamientos adecuados a disposición de cualquiera que quiera encontrarlos y leerlos ( cosa que recomiendo a todo el mundo) y por otra parte y de manera no menos importante ahí están los miembros del Serpentario Nacional quienes han creado iniciativas conservacionistas y culturales destinadas a transmitir a la población el no menos importante conocimiento y enseñarles que estos animales no son nocivos, sino útiles y necesarios para que el agricultor obtenga su cosecha y pueda comer y muy necesarios, en el papel que juegan de depredador y presa, para que el medio ambiente siga funcionando correctamente con su fauna y flora lo más intacta posible.

           Recomiendo a todos los Colombianos que visitan asíduamente este modesto Blog, los cuales no son precisamente pocos ( un abrazo para todos y todas desde aquí ), que colaboren para proteger la fauna ofidica de su país ya sea transmitiendo a sus familias, vecinos y demás lo aquí leído o, todavía mejor, colaborando e informándose en la excelente Web del Serpentario Nacional de Colombia http://www.serpientesdecolombia.com y formando parte activa de sus interesantísimos proyectos en materia de conservación de ofidios los cuales están demostrando ser más necesarios que nunca y todavía más ante los datos tan nefastos que aporta este estudio.



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