miércoles, 5 de junio de 2013

La muerte de Patricia Cook.

           En Sudáfrica, Patricia Cook era una enamorada de las serpientes, de hecho compartía su casa con trece ejemplares entre cuyos ejemplares venenosos se contaban varias víboras bufadoras locales Bitis arietans y una exótica mocasín acuática Agkistrodon piscivorus. Patricia vivía sola y era considerada una persona reservada y excéntrica por sus vecinos, otro aficionado a las serpientes local Mark Enslin hablaba de ella como una persona totalmente dedicada a sus serpientes e incluso en una ocasión Patricia llegó a confesárle que si tenía que morir quería hacerlo a manos de una de sus serpientes, lamentablemente sus deseos se vieron cumplidos poco después.

           Un día, cuando Patricia fue a introducir un cuenco con agua limpia en el terrario que albergaba a la mocasín el animal, nadie sabe por que, se lanzó al ataque, quizá por que era la típica serpiente condicionada por su dueño a que cuando se abre la puerta del terrario es para que entre comida o era un animal tímido y miedoso que se defendía mordiendo en cuanto se sentía amenazado, sea como fuere y con una mordedura en el cuello Patricia debió sufrir lo indecible debido a un dolor terrible y una situación que pondría los nervios de punta a la persona más valiente, no en vano acabas de ser mordido por una especie potencialmente letal en uno de los peores sitios de tu anatomía.


Nadie sabe por que Patricia no llamó a emergencias solicitando ayuda ya que incluso habiendo sido mordida en una parte tan delicada de su cuerpo quizá podría haber sido ayudada mediante tratamientos que podrían haberla salvado la vida.


Patricia Cook tal y como fue encontrada por la policía en su hogar. 
He decidido omitir la foto de su cara por motivos obvios.
Foto: Origen desconocido


           Sea como fuere Patricia fue encontrada tal y como aparece en la foto, quizá no buscó ayuda debido a que una posible bajada de tensión provocada por el envenenamiento la obligó a sentarse para terminar muriendo allí después de sufrir un desmayo o quizá la serpiente la alcanzó en una vena principal del cuello inoculando su veneno directamente en el torrente circulatorio provocándola una muerte muy rápida o simplemente y bajo un fuerte shock emocional no supo reaccionar, lo que ocurrió finalmente en los últimos momentos de la vida de Patricia nunca se sabrá.

          Cuando su cadáver descompuesto y ennegrecido sentado en el sofá fue encontrado cinco días después por las autoridades debido, quizá, al aviso de algún vecino acerca del hedor que salía de su casa, el vecino aficionado de Patricia fue llamado por la policía para retirar a la serpiente, el animal medía alrededor de un metro de largo y lo peor es que vivía en un terrario que tenía estas mismas dimensiones con lo cual si alguien habría la puerta de dicho terrario la persona que lo hace siempre está al alcance del animal que está dentro ya que las reducidas dimensiones del habitáculo no permiten al reptil retirarse o a la persona tomar opciones como son abrir otra puerta de acceso alejada de la serpiente.

          Lo que, lamentablemente, mató a la pobre Patricia fue directamente una de sus mascota, pero otras causas colaboraron para llegar a este desenlace fatal, causas como su imprudencia al mantener una serpiente venenosa exótica donde no existe un suero que pueda salvarte la vida en caso de accidente, mantenerla en un terrario demasiado pequeño y totalmente inadecuado e introducir la mano en dicho terrario para introducir el cuenco de agua en una muestra de confianza que le costó la vida.

         ¿ Cuantas personas existen en el mundo manteniendo serpientes venenosas exóticas en estas mismas condiciones ?, estoy hablando de animales en terrarios inadecuados, con sus dueños tomándose libertades con animales con los que no se debe hacer esto, sin sueros antiofídicos disponibles ni en el hospital más cercano ni, posiblemente, en el país, etc, etc.

Posiblemente la respuesta ante esta pregunta nos sorprendería a todos y me atrevería a decir que no precisamente de manera grata.


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