Situada muy cerca de Australia, históricamente Papúa Nueva Guinea era una isla habitada por infinidad de tribus, selvas y montañas infinitas y enormes ríos. Hoy en día, afortunadamente, todavía es un verdadero paraíso natural que debe ser conservado en su forma original a toda costa.
A pesar de ser extremadamente rica en reptiles y anfibios pocos herpetólogos viajaron a Papúa y estudiaron a sus serpientes en los años 70 y 80 de modo que poco se sabía de la historia natural de estos animales, no obstante si que se conocían los conflictos que las serpientes venenosas podían causar entre los hombres ya que el primer estudio médico sobre mordeduras de serpiente en Papúa fue llevado a cabo en 1961.
La Herpetofauna de Papúa es extremadamente rica en serpientes con alrededor de 100 ó 112 especies diferentes y aquí, al igual que la vecina Australia, no existen ni viperidos ni crotálidos, así pues las serpientes venenosas propias de esta isla son las culebras dotadas de colmillos posteriores y venenos poco potentes, las serpientes marinas que frecuentan las costas y estuarios e incluso llegan a adentrarse tierra adentro remontando los ríos y los potencialmente peligrosos elápidos terrestres de entre los cuales destacan las siguientes especies las cuales poseen venenos lo suficientemente fuertes como para matar a una persona, estas serpientes son:
- Serpiente parda. Pseudonaja textilis.
- Víboras de la muerte. ( 2 especies ) Acanthophis
rugosus y A. Laevis.
- Serpiente negra de Papúa. Pseudechis papuanus.
- Taipán de Papúa. Oxyuranus scutellatus canni.
- Serpiente marrón real. Pseudechis australis.
- Serpiente de ojos pequeños. Micropechis ikaheka.
Sin embargo 2 especies destacan notablemente entre el resto como causantes de accidentes, se trata de las víboras de la muerte Acanthophis las cuales tambien están presentes en Australia, dichos elápidos, pues a pesar de su nombre se trata de un elápido que ha adoptado la morfología y hábitos de caza de los viperidos producen un buen número de víctimas anualmente cuando son pisadas inadvertidamente y se defienden de dicha agresión, sin embargo la serpiente más peligrosa de la isla es el Taipán de Papúa el cual es, con diferencia, el ofidio que más personas mata o envía al hospital en dicha isla, esta especie posee largos colmillos ( para un elápido ) con los que inocula un veneno sumamente potente al morder ( LD50 - 0. 05 mg / kg ) y en grandes cantidades, esto junto con el hecho de que posee un carácter nervioso que le hace defenderse a la más mínima provocación ( o lo que el considera como tal ) y un gran tamaño superior al de las 3 taipanes australianas la convierten en un animal sumamente peligroso, además y para más “ INRI “ resulta común en zonas frecuentadas por el hombre como llanuras cubiertas de hierba o alrededor de asentamientos humanos donde es atraído por la gran cantidad de ratas, con lo cual los encontronazos con esta especie están a la orden del día.
Curiosamente la población nativa, la cual teme irracionalmente y hasta la histeria a las serpientes, ( y en vista de la cantidad de accidentes que ocurren no sin razón ) teme por encima de todas ellas a la que conocen como Papuan black snake ( serpiente negra de Papúa ), más conocida localmente como “ Pap black “ la cual resulta a la hora de la verdad una especie indefinida y, además, este nombre es perfectamente aplicable a cualquiera de los grandes elápidos de la isla y solo concuerda con la serpiente negra de Papúa Pseudechis papuanus la cual a pesar de su potencial peligrosidad causa muy pocos accidentes y, además, sus poblaciones están en declive a causa del hombre.
Sin embargo la población humana está creciendo y esto la pone en permanente conflicto con las antes mencionadas especies de serpientes venenosas que habitan en dicha isla, curiosamente e incluso hoy en día las serpientes venenosas y los enormes cocodrilos de estuario Crocodylus porosus que habitan la isla son los únicos animales peligrosos para el hombre y que pueden llegar a causar bajas humanas aunque debido a lo aislado e incomunicado de los pueblos y aldeas muchas de estas bajas humanas nunca engrosan en las estadísticas, si es que estas se llevan a cabo de manera habitual, de modo que no se sabe a ciencia cierta cuanta gente muere por estas causas, no obstante los datos obtenidos sitúan a diferentes puntos de esta isla entre los que se producen una mayor cantidad de mordeduras de serpiente del mundo con incidencias localizadas que afirman que de cada 100.000 personas 1. 450 son mordidas llegando a morir más personas por mordeduras de serpientes que por malaria.
Varios factores en la isla agravan todavía más esta situación como son las escasas carreteras transitables durante todo el año para evacuar rápidamente a un herido, las pobres infraestructuras a nivel de medios de comunicación, el deficitario sistema hospitalario y sus todavía más pobres conocimientos sobre tratamiento de mordeduras de serpiente lo cual unido a la corrupción reinante en torno a los escasos sueros procedentes los cuales se han llegado a encarecer hasta alcanzar precios astronómicos e inalcanzables ( incrementos de precio de hasta el 884 % ) hacen imposible tener acceso a ellos de la manera deseada, el extendido uso de remedios tradicionales ( cortes, torniquetes, piedras negras ) por parte de la población en caso de accidentes y por encima de todo la eterna falta de una fuente fiable de los sueros adecuados para ser usados cuando sean necesarios hacen que muchas muertes se produzcan por hipoxia o fallo renal ante las pobres fuentes de ventilación asistida y diálisis.
Muchos de estos problemas empezaron a subsanarse hace años pero posiblemente están todavía demasiado vigentes en la isla y si esta situación ha cambiado a mejor es gracias a la acción de AVRU ( Australian Antivenom Research Unit ) y varias personas como el Herpetólogo y Toxicólogo australiano David Williams los cuales han destinado infinidad de tiempo y esfuerzos para paliar esta situación ya sea educando a la población de la isla o a su personal médico entre otras labores no menos importantes para conseguir sacar a Papúa de la edad de piedra en lo tocante a su enorme problemática con las mordeduras de serpiente.
En el siguiente vídeo podréis ver a Williams capturando Taipanes en la isla y lamentablemente sufriendo un grave accidente en el proceso, afortunadamente y gracias a los sueros antiofídicos que le administraron todo se redujo a un susto muy grave.
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