sábado, 31 de diciembre de 2011

Pitones reticuladas como presa y depredador de hombres en Filipinas.

            Un estudio reciente titulado “ Cazadores-recolectores y otros primates como presas, depredadores y competidores de las serpientes “ ha revelado las complejas interrelaciones de un pueblo en las islas Filipinas, los Agta, con las grandes pitones reticuladas con las que comparten su habitat.
             Los Agta son un pueblo de estatura y peso pequeño dedicado a buscar su alimento en las selvas donde cazan y recolectan plantas. Dentro de su espectro alimenticio están incluidas las mismas presas con las que las grandes pitones se alimentan, de modo que animales como los ciervos Sambar, los cerdos salvajes y los macacos son presas habituales de esta tribu, no obstante también lo son las grandes serpientes, las cuales también son cazadas y devoradas cuando la oportunidad de matarlas se le presenta a estos pequeños cazadores, de modo que los Agta no solo compiten por el alimento con las serpientes sino que también son un depredador habitual de estos reptiles.
A pesar de su enorme tamaño esta gran pitón reticulada de 6.90
metros fue desollada y despedazada por estos cazadores en
25 minutos obteniendo así 25 kilos de carne. Este
enorme ejemplar resulta incluso mayor cuando se
 le compara con el pequeño tamaño de sus cazadores.
Foto: J. Headland.

          Sin embargo uno de los datos más interesantes es el hecho de que las grandes pitones también son un depredador ocasional de estas gentes ya que desde el año 1934 hasta 1973 ( 39 años ) ocurrieron 6 ataques fatales de pitón reticulada con los hombres recibiendo la gran mayoría de los ataques ya que 15 de 58 hombres fueron atacados mientras que en el caso de las mujeres solo 1 de 62 lo fue. Esto indudablemente es debido a la mayor presencia de los hombres recorriendo la selva en busca de comida, de entre estos cazadores sobrevivientes a los ataques11 poseían cicatrices de las mordeduras de estas serpientes mayoritariamente en las piernas y en menor medida en brazos y torso.
            Indudablemente el pequeño tamaño de esta tribu les convierte en una posible presa para los grandes ejemplares hembra de pitón reticulada ya que uno de estos hombres con su escaso peso entra perfectamente dentro del rango de presas que una de estas grandes serpientes puede llegar a devorar ocasionalmente. No obstante y a pesar de los ataques mortales antes comentados ninguno de ellos terminó con la serpiente devorando al cazador humano.

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