jueves, 3 de octubre de 2013

Niño mordido por culebra de Montpellier.

La acción universal de matar a cuanta serpiente nos encontramos se cuenta entre las principales causas de accidentes con estos animales en todo el mundo o dicho de otra manera más clara, “si quieres ser mordido lo único que tienes que hacer es intentar matar a una serpiente”.

Estas acciones erróneas, perniciosas, cuando no completamente ILEGALES y anti ecológicas basadas en la creencia popular de que acabar con estos animales de manera ciega resulta un beneficio para todos no solo resulta totalmente falsa sino que también es potencialmente peligrosa ya que no solo no se evita el supuesto peligro que supone el animal sino que pone al atacante, el cual es indefectiblemente el ser humano, en peligro.

Un ejemplo claro de los peligros que esto acarrea se muestran con el caso que ocurrió este verano en Oviedo donde según la noticia periodística aparecida en Elcomercio.es con fecha del 5/9/2013 un niño de 8 años se topó con una serpiente a la que apedreó hasta que la creyó muerta y una vez que el animal no se movía la agarró con la mano, momento el cual el animal le mordió en la mano izquierda, después del accidente el niño acudió a sus padres los cuales, cuando observaron que su mano se hinchaba, decidieron llevarle junto con la serpiente muerta al hospital.

Imagino que después de pasar un muy mal rato de espera en el hospital los padres del niño fueron informados por el Seprona de que la mordedura la causó una inofensiva culebra de Montpellier o bastarda Malpolon monspessulanus la cual, para más INRI, resulta una especie escasa en Oviedo.

Ahora bien, si en lugar de ser una culebra inofensiva se hubiese tratado de una víbora todo esto habría acabado de una manera muy diferente ya que el animal agredido habría inoculado una buena dosis de veneno a su atacante en defensa propia y la familia y el niño se habrían enfrentado a un caso grave de envenenamiento del que no se habría salido tan fácilmente sin la ayuda de un antídoto el cual resulta escaso en España.

Si algo nos enseña este caso es que los accidentes ocurren de esta manera sin importar que se trate de la acción de un niño o un adulto y terminan con una persona asustada en el hospital y una especie inofensiva y localmente escasa en este caso muerta ¿quién ha ganado algo con todo esto? La verdad es que en este caso nadie, ya que todos los involucrados han salido perdiendo.


Nunca se deben manipular serpientes aparentemente muertas con las manos y, mejor todavía, no se las debe matar ya que esto es ilegal, dañino para el medio ambiente y, como hemos visto, potencialmente muy peligroso.

No hay comentarios:

Publicar un comentario