Según los datos que aporta la norteamericana “ The Human Society of the United States “ desde 1978 se han producido 17 casos de ataques mortales por parte de grandes constrictoras en dicho país, aunque indudablemente un número indeterminado de accidentes de mucho menor porte, como mordeduras o accidentes similares los cuales dan como resultado desde unas simples líneas de puntos en la piel a graves laceraciones como consecuencia de los dientes de las serpientes, resultan infinitamente más comunes.
La mayoría de los accidentes suelen producirse cuando se interactúa con el animal y más concretamente cuando se les ofrece comida ya que estos reptiles al guiarse por el sentido del olfato, mucho más desarrollado en ellos que el de su pobre visión, pueden llegar a confundir a sus propietarios con la comida que estos le están ofreciendo y a motivar así un ataque ya que bajo su punto de vista lo que tienen enfrente simplemente huele a comida y emite calor corporal con lo cual simplemente tienen que cazarlo.
Muchos de estos accidentes son, como ya comenté con anterioridad, fácilmente evitables de las siguientes maneras:
- Evitando el contacto directo con la comida de estos animales antes de alimentarlas, por ejemplo, usando guantes de látex o bien lavándonos bien las manos después de manipular la comida del reptil y usando siempre unas pinzas largas para presentarle la comida a la serpiente.
- Nuestra ropa o nosotros nunca debemos oler a otras mascotas que vivan en la casa y esto incluye perros, gatos, aves o roedores en general.
Este tipo de precauciones deben llevarse a cabo siempre al pié de la letra. Por otra parte nunca se debe permitir que un niño pequeño interactúe con uno de estos animales sin la presencia de un adulto o que una de estas serpientes deambule por la casa libremente sin la supervisión de su propietario, ya que siempre podría escaparse por una ventana abierta o entrar en contacto con niños, a los cuales hay que educar para que no toquen a otras mascotas y luego a estos reptiles. Lamentablemente algunas de las muertes ( quizá demasiadas ) ocurrieron por estas causas y afectaron a niños pequeños.
Lamentablemente este tipo de accidentes no solo perjudica a las personas sino tambien a los reptiles cautivos algunos de los cuales resultan decapitados o sufren unas muertes bastante cruentas a manos de sus propietarios cuando estos son accidentalmente atacados. Debemos recordar en estos casos que estos animales simplemente responden a lo que su naturaleza e instinto les dicta y que este tipo de accidentes son siempre culpa del más inteligente de las dos especies, los propietarios del animal.
Incluso en un país tan grande como los USA el cual alberga miles de propietarios con grandes constrictoras en sus casas se debe reconocer que el número de accidentes ( al menos mortales ) resulta bajo, incluso así y como siempre, más vale prevenir...
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