Una iniciativa realmente interesante, encomiable y cuyo ejemplo debería imitarse está llevándose a cabo en Argentina, donde una furgoneta cargada con ejemplares disecados de diferentes serpientes, pantallas, etc está recorriendo el país desde el año 2006 con el propósito nada desdeñable de repartir conocimientos sobre las serpientes del país a todas aquellas personas que deseen aprender sobre ellas.
Esta iniciativa es esencial en un país como Argentina donde habitan algunas de las serpientes venenosas más peligrosas de Sudamérica ya que dicho país cuenta con poblaciones de Jararacussu Bothrops jararacussu, Jararaca Bothrops jararaca, Cascabel tropical Crotalus durissus terrificus así como otras especies que pueden dar pié a casos de envenenamientos muy graves o mortales, de modo que si alguien enseña a la gente a respetar, conocer y por supuesto a saber evitar un accidente y reaccionar adecuadamente ante una posible urgencia, tanto mejor, ya que estos conocimientos pueden ser la diferencia entre una persona que llega a tiempo a un centro de salud y otra que puede muy bien llegar demasiado tarde o con la siempre nefasta y difícil de erradicar aplicación de primeros auxilios perjudiciales.
El Centro Interactivo de Serpientes Venenosas Argentinas ( CISVA ) surgió como respuesta a una convocatoria de la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica destinada a que poblaciones alejadas de las grandes ciudades y sus museos tengan la oportunidad de aumentar sus conocimientos sobre ofidios. Estas lecciones aplicadas a escolares, agricultores y en definitiva a cualquier persona que quiera aprender son un seguro de vida en poblaciones rurales aisladas las cuales suelen ser las que más padecen las mordeduras de estos animales.
Modestamente y desde aquí no puedo estar más de acuerdo con la Doctora Ofelia Acosta perteneciente a la Cátedra de Farmacología de la Facultad de Ciencias Veterinarias cuando comenta que entre las actividades del CISVA se cuentan funciones como las de instruir a la gente para que sepa diferenciar a las serpientes venenosas de las que no lo són, a respetarlas y a permanecer alejados de ellas no fomentando en ningún momento la eliminación de las serpientes debido a su beneficioso papel ecológico mientras que por otra parte tambien se capacita a los trabajadores rurales a usar guantes y botas así como a tomar unas medidas de primeros auxilios adecuadas y no perjudiciales para la salud del posible herido.
Indudablemente la acción de esta modesta furgoneta cargada de conocimientos a impartir resulta invaluable y sumamente necesaria, sería ideal que otros países imitasen su ejemplo y tomen acciones similares para que las altas cifras de mordeduras de serpientes venenosas desciendan notablemente debido a una mayor cantidad de conocimientos hacia estos reptiles por parte de sus pobladores.
Desde aquí envío a la Doctora Acosta y a todo su equipo un saludo y muchos ánimos para continuar con su labor a la hora de impartir conocimiento, prevención, primeros auxilios adecuados y respeto hacia las serpientes.
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