jueves, 14 de febrero de 2013

Series sobre supervivientes, pantanos y demás...


William ( Bill ) Lamar, herpetólogo norteamericano de gran prestigio y coautor de multitud de artículos científicos y de libros fundamentales sobre reptiles venenosos como son los magníficos “ The dangerous reptiles of latin america “o “Venomous reptiles of the western hemisphere “, ha hecho unas curiosas declaraciones sobre algunos de los documentales que se hacen hoy en día y lo hace después de haberse pasado más de media vida viviendo en las selvas de la Sudamérica tropical que a muchos nos gustaría visitar.

Según Lamar resulta poco menos que preocupante la actitud que promueven algunos de los programas directa o indirectamente relacionados con la naturaleza que se presentan hoy en día debido a la abundancia de sensacionalismo. Para hacernos un poco a la idea de lo que estamos hablando citaré a Lamar cuando menciona el trabajo magnífico e inspirador de maestros como Sir David Attenborough y lo compara con otros que van impregnados de un estilo “ tarzán “ agresivo y superviviente donde se utilizan tópicos tan viejos y trasnochados como son aquellos del hombre contra la naturaleza y esta última como algo que hay que dominar y por supuesto sus animales peligrosos como algo que hay que cazar o eliminar y, al menos esto, en un mundo donde la naturaleza y sus criaturas desaparecen dia a dia me parece trágico e inadmisible.

En clara alusión a la credibilidad de estos programas y en concreto a los destinados a la supervivencia, Lamar menciona como en uno de estos espectáculos televisivos ( en los que se molesta intencionadamente a las “agresivas” serpientes para que ataquen y poder decir así que son agresivas ), fue testigo de como una pareja de “ supervivientes “ encontraron a una gran serpiente mientras estaban perdidos en una “ peligrosa “ selva amazónica de modo que para poder comer decidieron capturar, matar, cocinar y comerse al reptil, claro que esto es lo que vemos en pantalla ya que, en realidad, la serpiente había sido comprada en un mercado local y los “ supervivientes “ estaban filmando su escena selvática en una zona muy cercana a un hotel...

Las preguntas que hago son las siguientes: ¿ es necesario que muera un animal para hacer un programa de televisión ? o dicho de otra manera ¿ resulta necesario que se hayan matado serpientes, varanos e incluso caimanes para hacer estos programas televisivos donde alguien se come a estos animales “ por necesidad ” ?, ¿ resulta esto adecuado, ético o por encima de todo necesario ?

Y ahora y bajando el listón de calidad todavía más preguntaré ¿ como es posible que unos señores productores y directores de la serie donde se cazan aligatores en Norteamérica presenten una serie donde la víctima ( el aligator ) se retuerce en una de las agonías más terribles provocada por un gran anzuelo que está desgarrándole las entrañas y encima se ensalce la peligrosidad de este oficio y el valor de los cazadores ? y no contentos con esto las palabras “ monstruo “ o “ monstruo devorador de hombres “ aparecen continuamente en alusión a los reptiles, claro que no contentos con esto definen el habitat de estos animales como un lugar plagado de peligros, lo cual consigue que a los espectadores que crean que todo esto es cierto les den ganas de erradicar a todos los caimanes y arrasar el habitat donde viven para plantar, por ejemplo, trigo.

Afortunadamente hay otra forma de ver las cosas, ya que no solo los aligatores no son tan peligrosos sino que aportan unas excelentes cantidades de dinero a la economía de los estados donde viven debido a sus pieles y además son una especie clave dentro de sus habitats los cuales, lejos de ser un lugar plagado de peligros, son uno de los ecosistemas más ricos en flora y fauna del mundo y desgraciadamente más amenazados. Por otra parte, los cazadores de estos animales, si, los de la profesión tan peligrosa, curiosamente cazan de la misma forma en que antes se cazaba a los últimos supervivientes de entre una población de caimanes, esto es, a los más cautos, difíciles de localizar y disparar y lo hacen mediante trampas y anzuelos y este último método es extremadamente cruel e inhumano. Y en cuanto a la peligrosidad del oficio, diré que en los antiguos libros de caza de estos animales ( y tengo tres de estos libros ) existen más bien pocos casos reportados de accidentes entre los antiguos cazadores de caimanes y cocodrilos los cuales en cambio “limpiaron” casi completamente de estos reptiles las zonas tropicales del mundo no sin justificar semejante carnicería aludiendo a la supuesta peligrosidad de los reptiles.

Lo realmente preocupante de todo esto radica en que la gente se crea estas series y que esto que aparece en ellas es y debe ser así y por tanto que resulta necesario cortarle la cabeza a la serpiente o matar al peligroso cocodrilo o que ya sean las selvas, los desiertos o los pantanos son lugares terroríficos y plagados de peligros y no se vea a estos animales y sus habitats como zonas que necesitan ser protegidas ante la contaminación, la conversión de zonas húmedas en zonas de cultivo, la tala y a su fauna, por peligrosa que sea, como especies dignas de protección.

Yo desde luego recomiendo tener cuidado con lo que se ve y sobre todo más que crítico ser selectivo eligiendo programas educativos y de calidad frente a los de este tipo.

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