Si alguien habla sobre serpientes venenosas más tarde o más temprano el nombre y el trabajo de William “Bill” Haast saldrá a la luz, indudablemente para la mayoría de la gente este nombre no significa nada pero para cualquier persona relacionada con el mundo de las serpientes venenosas este nombre y la persona que hay detrás han sido y son sumamente importantes, mi intención es que estas líneas sirvan como un pequeño homenaje y para dar a conocer, aún más si cabe, su labor.
Bill Haast nació el 30 de Diciembre de 1910 en New Jersey U.S.A. y desde una edad muy temprana se sintió fascinado por las serpientes siendo mordido por al menos dos especies venenosas antes de cumplir los 20 años de edad (la primera a los 12 años), más tarde, cuando cumplió 19 años consiguió trabajo en una atracción turística basada en las serpientes viajando hasta el estado de Florida, no obstante la gran depresión dio al traste con este negocio.
Posteriormente, su sueño de crear un negocio de extracción y venta de venenos destinados a la investigación se hizo realidad fue el dia 1 de Enero de 1948 cuando el Miami Serpentarium abrió sus puertas al público. Las intenciones de Haast estaban claras, conseguir dinero para financiar una investigación seria sobre los venenos y para ello ¿que mejor que conseguir que la gente pagara por verle extraer el veneno de sus serpientes? Por el Miami Serpentarium pasaron millones de visitantes contemplando con asombro como Haast manejaba a sus serpientes con las manos desnudas, algo nada recomendable ya que incluso con materiales de manejo adecuado los riesgos siempre existen, sin embargo cobras de varias especies, mambas, kraits y víboras eran metódicamente ordeñadas delante de una asombrada audiencia y los fondos eran destinados tanto al mantenimiento del negocio como a las investigaciones de su propietario.
Sin embargo nadie trabaja con tantas serpientes venenosas sin sufrir accidentes de modo que Haast comenzó a auto inmunizarse en 1948 contra los venenos de varias especies de serpientes venenosas inoculándose semanalmente pequeñas dosis de 32 venenos diferentes en dosis altamente diluidas para posteriormente ir aumentando las cantidades de veneno, de esta manera si era mordido su organismo tendría la cantidad necesaria de anticuerpos como para sobrevivir a una mordedura que de otra manera resultaría letal para cualquier ser humano, dicha inmunidad desde luego fue útil pero no fue total ya que a pesar de sobrevivir a 172 mordeduras sus manos, con falanges perdidas y deformadas por los efectos del veneno, han sufrido las consecuencias.
En la década de los años 40 la enfermedad de la Polio causaba estragos y Haast, que donaba venenos a la Universidad de Miami ya en 1949, se dio cuenta de que sus efectos eran muy similares a los de la acción del veneno de una cobra, causando el aislamiento entre los músculos y los nervios, Haast envió los resultados de sus estudios destinados a crear una cura con venenos de serpiente testados en primates a la Universidad de Miami, creando así una nueva esperanza en la curación de esta enfermedad, sin embargo en 1955 se patentó la vacuna contra la Polio dando al traste con la investigación del Miami Serpentarium, otro intento de crear medicinas a partir de venenos apareció en 1970 cuando Haast realizó otro intento y junto al doctor Ben Sheppard comenzó a tratar a enfermos de esclerosis múltiple con un fármaco llamado PROven, sin embargo este fármaco fue rechazado por las autoridades competentes debido a que no había sido probado adecuadamente en seres humanos, curiosamente un fármaco similar era comercializado legalmente en Alemania en aquella época.
A pesar de este revés de la suerte Haast nunca cesó con su trabajo en el Serpentarium entregando periódicamente cantidades de veneno a laboratorios tanto para la investigación como para la creación de sueros antiofídicos, su colección de serpientes venenosas procedentes de todo el mundo llegó a ser una de las más completas y los venenos obtenidos unos de los más raros y exóticos, en 1965 el Miami Serpentarium albergaba a más de 500 serpientes y Haast ordeñaba todos los días de 70 a 100 serpientes de 60 especies diferentes (36.000 ordeños anualmente), varias de las mordeduras que sufrió le llevaron al hospital a pesar de su inmunización llegando a estar al borde de la muerte en varias ocasiones o a depender de un pulmón de acero durante 3 días, solo en la década de los 50 fue mordido 20 veces solo por diferentes especies de cobras.
El Miami Serpentarium cerró sus puertas en 1984, con Haast y su familia viajando hasta Utah y prosiguiendo sus investigaciones con serpientes, sin embargo 6 años después regresaron a Florida donde continuaron con las extracciones de venenos de sus 400 serpientes en su nuevo reptilario desde donde seguía obteniéndose la materia prima para la investigación médica y los antídotos, posteriormente la carrera como manipulador de serpientes de William Haast terminó después de más de 40 años de ordeños cuando fue mordido en el año 2003 por un mocasín de Malasia Calloselasma rhodostoma en la mano y el veneno le disolvió el dedo índice de su mano derecha con lo cual ya le resultaba imposible sujetar a las serpientes que ordeñaba, incluso así su reptilario sigue siendo una fuente de venenos hoy en dia.
Haast no solo salvó vidas humanas convirtiéndose en una de las primeras fuentes fiables de venenos para la creación de sueros, sino donando su propia sangre inmunizada en 21 casos de mordeduras de serpientes que habrían resultado fatales ante la falta de los sueros adecuados, a través de los años recibió la atención de la prensa, menciones de presidentes de los U.S.A. y de alcaldes, se escribió un libro sobre el titulado “Cobras in his garden” (Cobras en su jardín) y recibió las llaves de la ciudad de Miami por toda una vida de trabajo de manos del ayuntamiento y los fundadores de la unidad veneno 1, el banco de sueros antivenenosos situado en la estación de bomberos de Miami Dade y además fue la inspiración y fuente de experiencia para numerosos profesionales de las serpientes venenosas, ya que gente como Rom Whitaker o George Van Horn, el cual tiene su propio negocio de extracción de venenos en Florida hoy en día, estuvieron trabajando en su juventud en el Miami Serpentarium.
Sin embargo Haast siempre tuvo detractores que le consideraban un simple manipulador de serpientes glorificado o un hechicero debido a sus investigaciones con los venenos, a pesar de todo quizá el tiempo le está dando la razón ya que desde que comenzó a inyectarse venenos de serpiente Haast nunca ha estado enfermo, ni siquiera ha tenido un simple constipado o una gripe, quizá los venenos que fluyen en su organismo han fortalecido su sistema inmunitario de tal manera que le han permitido sobrevivir hasta su avanzada edad sin mayores contratiempos, ante la pregunta que le hicieron hace ya muchos años: ¿Es el veneno la fuente de una vida larga y sana? Haast contestó “vuelva a preguntármelo dentro de 15 años, cuando yo tenga 100 y le diré que si”.
Haast ya ha cumplido los 100 años, sigue sumando años y continúa inyectándose venenos semanalmente, que cada cual saque ante esto sus propias conclusiones, el tiempo dirá si William Haast tenía razón y los venenos son, tal y como el siempre ha creído, la cura o la formula para prevenir muchas enfermedades hoy en dia incurables como la esclerosis, el lupus, la distrofia muscular o el Parkinson y posiblemente un largo etcétera.
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