Durante el año 2006 y en
Arizona se dio, posiblemente, una de las mordeduras que te hacen pensar que las
cosas no son siempre exactamente tal y como se dicen en los libros.
La mayoría de las personas
relacionadas con reptiles venenosos cree ( yo incluido) que si alguien es
mordido por un monstruo de Gila Heloderma suspectum resulta necesario
que el lagarto mantenga una tenaz mordedura para conseguir que el veneno consiga
entrar en la herida causada por los dientes del reptil y esto suele o puede
llevar su tiempo, ¿o no?
En el año citado
anteriormente un herpetólogo aficionado de 35 años de edad fue mordido por uno
de estos lagartos en el desierto y el animal SOLO mantuvo su mordedura durante
unos 42 segundos, esto bastó para que el accidentado comenzase a sentirse
mareado sufriendo además nauseas y diarrea tan solo 2 minutos después de sufrir
la mordedura con lo que tubo que ser evacuado a un hospital donde fue tratado
con epinefrina, dopamina, esteroides y otros medicamentos ya que tras su
llegada al hospital su lengua y rostro comenzaron a hincharse, después de 18
horas durante las cuales se desarrolló un edema moderado en su brazo finalmente
al paciente le fueron retirados los tubos y fue dado de alta.
Tal y como se puede
comprobar por este caso documentado la posibilidad de sufrir un envenenamiento
rápido por parte de algunos de los reptiles considerados como “ malos envenenadores “ o “envenenadores
lentos” como puedan ser los Helodermas o los colúbridos opistoglifos nunca debe
ser descartada y siempre debe mantenerse un sanísimo respeto por estos
animales, los cuales pueden muy bien llegar a darnos una desagradable sorpresa
a pesar de su “lentitud” a la hora de inocular su veneno.
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