sábado, 17 de agosto de 2013

La pitón que mató a los niños en Canadá. Caso no cerrado.

        Todavía no han salido a la luz la totalidad de los datos de la autopsia realizada a los desafortunados niños que fallecieron como consecuencia del ataque de una pitón de Seba en Canadá recientemente, y parece ser que puede afirmarse que finalmente fue el animal quien acabó con la vida de los pequeños, aunque como digo, los resultados finales todavía se desconocen y tal y como dicen “hasta que no canta la mujer gorda la opera no se acaba”


        Personalmente sigo siendo bastante escéptico- y no he sido el único- ante esta noticia por los siguientes motivos: el primero por el típico afán sensacionalista de la prensa, lo segundo por lo raro de la noticia, lo tercero por la falta de pruebas concluyentes que confirmen que la serpiente realmente atacó a los pequeños, cuarto por la limitada cantidad de información que se dio y quinto por que las serpientes, por grandes que sean, no suelen matar seres humanos y menos todavía de dos en dos, de hecho, de ser cierta la noticia esta sería la primera vez en la historia que uno de estos animales mata a dos seres humanos al mismo tiempo, lo cual es más raro si cabe.

         Como digo, todavía sigo sin creer que el animal matara a los dos niños, ¿por qué? Fácil, las grandes constrictoras suelen morder a sus presas para retenerlas y poder “lanzar” rápidamente sus anillos y someterlas por constricción, en una pitón de algo más de 4 metros los dientes delanteros del reptil pueden medir más de medio centímetro y si estás durmiendo, tal y como era el caso de los niños, y algo con unos dientes tan grandes y afilados te muerde y no te suelta desde luego te vas a despertar rápidamente y como poco te intentarías levantar de la cama, y en el proceso de esta hipotética situación se producirían como poco gritos, golpes y grandes cantidades de sangre debido a las heridas provocadas por los dientes del reptil, y sin embargo no existen ( o no se han comunicado ) pruebas ni de mordeduras, señales de lucha como moratones o magulladuras en los cuerpos, nadie oyó los gritos ni la conmoción y no existe ni rastro del posible intento por parte del animal de ingerir al menos una de sus presas ante lo cual en el pelo de uno de los niños aparecerían muestras de saliva del animal y posiblemente marcas de dientes en su cuero cabelludo, de todo esto que llegaría a calificar como indudable el ataque del animal, nada de nada.

         Dado que demasiados asuntos no han sido todavía revelados, otros no terminan de cuadrar demasiado bien y otros han cambiado finalmente, ante este caso habrá que seguir esperando que finalmente “la mujer gorda cante” y se demuestre la verdad y quizá, y solo digo quizá, todos nos llevemos una sorpresa.

O no...


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