Después de investigar el veneno de otras 50 especies
de serpientes venenosas el Doctor Eric Lingueglia del Instituto de Farmacología
Molecular y Celular de Niza, Francia, ha afirmado que en el potentísimo veneno
de la mamba negra Dendroaspis polylepis existe un componente con
capacidad para hacer desaparecer el dolor y cuya potencia es similar a la de la
morfina, sin embargo, las proteínas anuladoras del dolor llamadas Mambalginas
tienen la peculiaridad de que no causan ninguno de los variados y desagradables
efectos secundarios de dicha droga tradicionalmente usada para calmar fuertes
dolores, como por ejemplo, la adicción que puede generarse a dicho opiáceo así
como dificultades a la hora de pensar, dolores de cabeza y vómitos .
Dichas Mambalginas están siendo actualmente probadas
en ratones con resultados sumamente esperanzadores, posiblemente y con el paso
del tiempo se convertirán en el componente esencial de uno de los mejores
analgésicos a usar en caso de enfermedades que provocan fuertes dolores de
difícil tratamiento como es el cáncer u otras.
Indudablemente las odiadas y temidas serpientes
venenosas y sus venenos, esos todavía apenas comprendidos cócteles de
aplicaciones médicas aún por descubrir, están demostrando que no hacen falta
menos serpientes venenosas en el mundo sino más y que su papel en beneficio del
hombre está por demostrarse en su plena totalidad.
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