sábado, 13 de abril de 2013

Serpientes venenosas. Una de las aficiones más caras del mundo.



Lamentablemente tener una serpiente venenosa como mascota viviendo en casa es algo relativamente barato ( y digo relativamente ), ya que el equipo a comprar puede tener un precio de alrededor de 300 Euros y a esto hay que sumarle el coste del animal ( el cual tristemente puede llegar a ser sorprendentemente barato ) y a todo esto hay que sumarle el precio de la posible modificación y obra a realizar en la habitación que contendrá el terrario para instalar unas medidas de seguridad básicas como pueden ser, digamos, la colocación de una segunda puerta que impida posibles fugas, una cerradura, etc, con lo cual la factura final ya comienza a ascender hasta convertirse en algo que, admitámoslo, ya no todo el mundo se puede costear y hoy en día menos todavía.

Tener una serpiente venenosa en un terrario sin medidas de seguridad adicionales en la habitación que lo contiene es ya algo muy preocupante por los posibles riesgos de fuga del / los animales, no dudo que existen personas que mantienen a sus animales con todos los requisitos de seguridad disponibles a su alcance, pero creo que sería sumamente interesante saber cuantos aficionados a mantener estos reptiles realmente poseen a la hora de la verdad estos requisitos mínimos de seguridad en sus casas ( digamos la mencionada doble puerta u otras medidas ) y me temo que la respuesta sería, como poco, sorprendentemente alarmante.

Ahora bien, si contando con todo esto ( terrarios y habitación a prueba de fugas ) y con otros requisitos como son mucha precaución, experiencia ( y estos dos últimos requisitos no se venden ) y reduciendo manipulaciones y riesgos al mínimo alguien cree que ya tiene todo lo necesario está, muy seguramente, equivocado ya que existen otro tipo de requisitos que incluso todavía menos gente que posee este tipo de animales tienen y que son imprescindibles ya que, incluso con todo esto los accidentes, tarde o temprano, ocurren ineludiblemente y más pronto que tarde el dueño del animal tendrá que tener un contacto directo con el animal para, por ejemplo, retirarle una escama ocular mal mudada, ayudarla con una mala muda e incluso para administrarle alguna medicina y todo esto, lo queramos o no, ocurre.

Lo que nadie tiene es un seguro de responsabilidad civil que cubra los daños que pueden llegar a provocar sus animales ante un posible caso de fuga y mordedura a sus vecinos e incluso, más fácilmente, a su propia familia ( en Francia 3 niños, hijos de propietarios de serpientes venenosas, fueron mordidos ya hace tiempo ) y ante este tipo de animales y riesgos - y quizá me equivoco - no creo que haya demasiadas compañías aseguradoras que acepten este tipo de pólizas a cubrir teniendo que contar con serpientes venenosas que no residen en un Zoo sino que están ubicadas ilegalmente en centros urbanos donde la inmensa mayoría de los propietarios ( por no decir todos ) no tienen ni siquiera los requisitos básicos que marca la ley como son la adjudicación del núcleo zoológico concedida ni tampoco la licencia de animales peligrosos otorgada por el ayuntamiento pertinente en su poder, y esto solo para que el propietario del animal y una persona adicional que sea mordida estén “ legalmente “ cubiertos por un seguro, luego que cada cual, en caso de fuga y posible accidente, asuma el cargo de conciencia propio de haber enviado a alguien al hospital en estado grave o incluso a la morgue si uno de sus animales se escapa y muerde a alguien que pasaba por allí ya sea un niño, un vecino o un anciano el cual es trasladado a un hospital donde nadie sabe ni que le ha pasado ni como atenderle, como digo allá cada cual con su conciencia.

El segundo requisito son los sueros antiofídicos, una cría de cobra puede resultar absurdamente barata y fácil de conseguir pero los sueros que salvarán la vida de su propietario son enormemente caros y en este país su importación está prohibida ya que es un medicamento que no está regulado ni permitido por la seguridad social española, de modo que si algún propietario de, digamos una Naja kaouthia, ha pasado sus vacaciones en Tailandia y allí compró dichos sueros  consiguiendo pasar un número determinado de viales por aquello del “ por si acaso “ y finalmente resulta mordido y acude al hospital con dichos viales posiblemente también tendrá aparte de la mordedura otros problemas ya que introducir medicamentos no permitidos en España es ILEGAL y por supuesto el médico y el hospital que tengan que tratar este caso no creo que se arriesguen a utilizar un medicamento que no conocen y que no saben si es real o falso ( cualquiera puede, por ejemplo, copiar una etiqueta y pegarla en un frasco con agua y decir que eso es la panacea universal y de hecho los fraudes en sueros ya han ocurrido con ventas de productos falsos ) y a arriesgarse a una indemnización millonaria en caso de fallecimiento del paciente, en este país solo un par de parques zoológicos poseen los permisos para importarlos legalmente mediante un permiso especial.

Por otra parte, incluso aunque se pudieran comprar sueros en las farmacias por cualquiera, tal y como ocurre en otros países, los precios que estos medicamentos tienen son tan prohibitivos que la inmensa mayoría de las personas que poseen estos animales y piden una regularización en su tenencia simplemente no podrían pagarlos debido a sus altísimos precios, de modo que sería mejor tener cuidado con lo que se pide no sea que te lo concedan y obliguen a todos los propietarios de estos animales a costearse los sueros de sus bolsillos ( cosa que veo más que justa y lógica ) y si a esto le sumamos los gastos de cuidados intensivos, hospitalización, tratamientos y medicamentos adicionales, etc, todavía sería peor, ya que me imagino que la seguridad social solo cubriría con los gastos hospitalarios si la persona mordida trabajase en un parque zoológico, de modo que todavía menos gente lo podría pagar.

Tener serpientes venenosas, pero tenerlas responsable y correctamente, es decir, con seguros, sueros, etc, es una de las aficiones más caras del mundo, tenerlas mal, es algo que puede hacer y de hecho hace la inmensa mayoría de la gente, pero por muy cuidadosos y profesionales que los propietarios sean o crean ser, esto supone un riesgo para su vida y para la de sus familias y vecinos y en caso de accidente un tremendo gasto médico que aquí, muy seguramente, tendremos que pagar entre todos. Si existe una diferencia fundamental en este país entre los profesionales y los aficionados es que los primeros se pagan los sueros de sus bolsillos y el resto, la gran mayoría, cuentan con que en caso de accidente los profesionales se vean obligados a donar sus carísimos sueros quedándose ellos mismos desprotegidos ante cualquier accidente hasta que su provisión de sueros sea importada de nuevo, lo cual no ocurre precisamente de hoy para mañana.

Sería más que deseable que no llegue el día que en este país comiencen a suceder accidentes relacionados con estos animales de forma tan común como ocurren en otros países como son Francia, Alemania u Holanda, etc, ya que estoy seguro de que si aquí se da el caso de que ocurren dos mordeduras que requieran del uso de sueros en un periodo de tiempo casi simultáneo, o de alrededor de un mes entre una y otra, la segunda persona mordida va a tener problemas de salud extremadamente serios, cosa que tambien pasará el dia que alguien sea mordido en un punto geográfico muy alejado de los parques zoológicos que tienen sueros en este país.

 No hace falta ser muy inteligente para saber que el dia que algo de eso suceda o cuando el vecino de alguien acabe en el hospital o cuando haya que traer urgentemente suero de un país vecino por que aquí no lo hay mientras una persona que lo necesita, ya sea el dueño del animal o no, está en un hospital en estado crítico o cuando haya una persona muerta, digamos que entonces la polémica, la atención mediática y la repulsa popular, entre otras cosas mucho peores, relacionada con este tipo de tenencias y animales aumentarán de una forma impresionante y todo esto ocurrirá para peor gloria de estos animales, ya de por si suficientemente malditos y odiados por la gente y, en definitivas cuentas y al fin y al cabo, flaco favor se le termina haciendo a estos animales que no han pedido nunca acabar viviendo en el terrario de nadie.

No mantengáis especies venenosas en vuestras casas, no merece la pena.

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