sábado, 18 de junio de 2011

Técnicas de ordeño de serpientes.

El ordeño o extracción de veneno a una serpiente venenosa es posiblemente una de las actividades laborales más peligrosas que existen, requieren del contacto directo con estos animales de manera cotidiana y esta desde luego no es una actividad libre de riesgos, incluso cuidadores especializados en estos animales se lo pensarán dos veces antes de realizar este tipo de actividad debido al peligro que entraña y no solo para los manipuladores de serpientes sino tambien para los reptiles.

Para realizar dichos ordeños se necesitan varios utensilios y desde luego una muy buena razón y esta suele ser la obtención de venenos para la industria farmacéutica o la creación de sueros antiofídicos, ejecutar este tipo de acciones por mera exhibición o por alardear es meramente una temeridad y una estupidez.

Volviendo a los utensilios utilizados debemos echar un vistazo a la sección “Herramientas para su manipulación y precauciones” para conocer los utensilios de manejo más comunes como ganchos, pinzas, tubos, etc y añadir otros nuevos cuyo uso depende de la especie a ordeñar, micropipetas, vaso de precipitados, membranas, etc, ya que no es lo mismo ordeñar a una serpiente de cascabel, que a una serpiente marina o que a una serpiente coral, cada especie debido a su tamaño, longitud de colmillos y cantidad de veneno arrojada en el ordeño requiere técnicas diferentes y el uso de unas u otras herramientas.

Otra cuestión que debe tenerse en cuenta es el tamaño del animal, ya que algunas especies son realmente grandes y necesitan de la acción de al menos 2 personas para poder manejarlas, una sujetando la cabeza del animal en el vaso de precipitados y parte del cuerpo y otra sosteniendo el resto para evitar los esfuerzos y contorsiones del animal por liberarse los cuales no solo pueden dar al traste con la operación sino provocar que en su desesperación la serpiente se dañe a sí misma provocándose lesiones graves en su delicado esqueleto, por ejemplo las Bushmaster Lachesis son especialistas en hacerse daño en el cuello al ser ordeñadas.

Básicamente toda la operación se reduce a hacer que la serpiente deposite su veneno en el vaso de precipitados, atravesando con sus colmillos la membrana de plástico fino destinada a evitar que ningún resto de sangre o saliva del animal contamine la muestra del valioso veneno, y esto debe hacerse sin que ni el manipulador ni el animal manipulado sufran daño alguno, cosa que a veces no resulta nada fácil ya que desde luego lo único que quiere hacer el animal es defenderse ante la agresión y huir de su manipulador, esta situación de extremo nerviosismo ha causado no pocos accidentes mortales entre las serpientes mantenidas para su ordeño debido a que suelen dañarse a sí mismas intentando huir como ya se ha comentado antes o terminan dejándose morir al negarse a comer debido al nerviosismo que padecen ante una situación como esta es por lo que varios institutos destinados a la creación de sueros han creído mucho más adecuado sedar a sus animales antes de ordeñarlos utilizando anestésicos volátiles o cámaras de CO2 donde el animal queda temporalmente aturdido haciéndose más fácil la tarea de ordeñarlos, de esta manera el manipulador introduce al animal en un recipiente hermético donde se añade el anestésico, espera un tiempo razonable para que haga efecto y posteriormente puede manejar tranquilamente y sin riesgo a la serpiente comprobando previamente que está adecuadamente sedada para posteriormente colocar sus colmillos en el vaso de precipitados, extraer el veneno, añadir un antiséptico para evitar infecciones en la boca del animal y devolverlo a su terrario tranquilamente, pasado un rato la serpiente se despertará y ni si quiera se habrá enterado de lo ocurrido, evitándose así el estresante procedimiento de capturarla y forzarla a morder el vaso.

Una operación de alto riesgo, el ordeño de una cobra de monóculo
Naja kaouthia, tanto para el manipulador como para el animal.
Foto: Javier Carrasco.

Otro sistema consiste en introducir temporalmente a los animales a ordeñar en una “cámara fría”, esto es, una habitación dotada con una temperatura lo suficientemente baja como para que los reptiles, animales dependientes de las temperaturas exteriores de 20 a 32 grados centígrados para su actividad locomotriz y funcionamiento corporal óptimo, queden lo suficientemente debilitados en sus reacciones como para no poder defenderse y morder al manipulador, otra técnica similar consiste en la utilización de hielo seco al cual se le añade agua para conseguir la típica neblina utilizada en las películas, en este caso se introduce al animal en un recinto cerrado en el que se ponen varios pedazos de dicho hielo en un recipiente al que se le añade agua, esto no solo crea la citada niebla sino que tiene la virtud de bajar la temperatura ambiente lo suficiente como para que las serpientes queden temporalmente aturdidas por el frío generado, esta técnica tambien es usada en el ordeño de arañas y escorpiones. Otra técnica adicional la constituye la electroestimulación, esto es, cuando se aplica una suave corriente eléctrica mediante dos electrodos colocándolos en ambas glándulas productoras de tal manera que involuntariamente y sin sufrir daño alguno el animal contrae los músculos que rodean las glándulas expulsando así su contenido, y evitándose el tener que “exprimir” manualmente las glándulas venenosas del reptil lo cual se ha dicho que puede resultar perjudicial para el reptil.

Todas estas técnicas menos agresivas repercuten no solo a favor de la salud del animal, el cual no se resiente ante una manipulación y ordeño típicos, esto es sin ningún tipo de anestésicos, sino que favorecen la extracción de veneno de mayor calidad que los obtenidos de serpientes debilitadas por estar nerviosas y llevar mucho tiempo sin comer, consecuentemente los antídotos y otros medicamentos estarán fabricados a partir de venenos de mayor calidad y serán más efectivos.

Como ya he dicho antes no resulta lo mismo ordeñar a una serpiente que a otra y esto tambien tiene que ver con la morfología de su aparato inoculador, veamos como se procede a ordeñar a diferentes especies,

- ORDEÑO DE COLUBRIDOS: Debido a la situación posterior de los colmillos, lo pequeño de los colmillos en estos reptiles (no siempre) y las pequeñas dosis de veneno obtenidas en estos reptiles el ordeño se suele efectuar utilizando micropipetas,  introduciéndose una en cada colmillo funcional del animal para evitar que las minúsculas dosis de veneno se “pierdan” en la membrana protectora o en el vaso de precipitados.

- ORDEÑO DE ELÁPIDOS: Debido a su dentición proteroglifa (ver apartado “denticiones”) los colmillos de estos animales son cortos y situados en la parte frontal de su boca, estos animales se pueden ordeñan, dependiendo de su tamaño, con micropipetas en el caso de las especies pequeñas o dotadas de colmillos y dosis de veneno minúsculas como ocurre con las serpientes coral o algunas serpientes marinas dotadas con colmillos diminutos o usando un vaso de precipitados en el caso de grandes o medianos animales como cobras, mambas, kraits, etc, el tiempo de permanencia del animal mordiendo la membrana protectora puede llegar a determinar la dosis de veneno obtenida en algunas especies frente a otras ya que por ejemplo una mamba negra soltará dos “grandes” chorros de veneno al morder dicha membrana sin embargo una serpiente marrón real australiana Pseudechis australis necesita mucho más tiempo en el vaso de precipitados ya que deja fluir su veneno lentamente, casi gota a gota, en el vaso.

- ORDEÑO DE VIPERIDOS: Dotados con largos colmillos retráctiles (dentición Solenoglifa, ver apartado “denticiones”) estos reptiles deben ser presentados ante el vaso de precipitados para introducirles delicadamente una larga “varilla” de forma transversal en la boca destinada a elevar los colmillos, separándolos así del paladar del animal y guiarlos hacia el vaso de precipitados donde pueden atravesar la membrana protectora y descargar sus glándulas, esto siempre es preferible a forzar a morder a la serpiente sin darle tiempo ni siquiera a levantar los colmillos, cosa que a veces ocurre.


Una vez obtenidos los valiosos venenos lo ideal es congelarlos o mejor todavía desecarlos mediante una liofilizadora la cual elimina todo rastro de humedad del toxico convirtiendo el veneno en un polvo con una consistencia parecida a la de la sal común o el azúcar, de esta forma el veneno mantendrá sus propiedades durante muchísimo tiempo sin disminuir sus propiedades.


3 comentarios:

  1. hola buenas noches me gustaría saber de que fuente se obtuvo esta información y quien es la persona que lo redacto

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  2. hola buenas noches me gustaría saber de que fuente se obtuvo esta información y quien es la persona que lo redacto

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