sábado, 20 de septiembre de 2014

"Colubroides de colmillos no delanteros"

Pues no, los colúbridos dotados de veneno ya no son conocidos por la ciencia como "Opistoglifos" ni como "culebras de colmillos traseros" sino como "Colubroides de colmillos no delanteros" según la nueva nomenclatura que afecta a los ofidios ya desde hace tiempo y que todavía esta pendiente de ser refinada por lo que todavía no está ni universalmente aceptada ni aplicada.

No obstante, estos Colubroides de colmillos no delanteros, y más concretamente sus venenos, siguen siendo un enigma para la ciencia la cual antaño no les concedió la importancia que merecía, al menos a algunas especies y sus venenos, y no fué hasta la muerte de dos prominentes herpetólogos a manos de dos de estos ofidios cuando se tomó consciencia de la capacidad letal de algunos de estos reptiles.

Hoy en dia estos Colubroides ex Opistoglifos están clasificados según 4 niveles dependiendo de su peligrosidad:

-Nivel 1: los envenenamientos serios o potencialmente letales son posibles.

-Nivel 2: Un envenenamiento sistémico resulta raro, pero resulta posible.

-Nivel 3: Se pueden producir efectos localizados y asociados a una mordedura prolongada.

-Nivel 4: Se suelen producir laceraciones con reacciones locales moderadas como edema y eritema en la zona afectada y, ocasionalmente, síntomas más significativos.

Lo realmente preocupante es que hoy en día y con la creciente cantidad de especies de colmillos no delanteros que están ingresando en el mercado de mascotas exóticas la falta de información es tal que respecto a una de las especies más frecuentemente mantenida como mascota, la asiática culebra de manglar Boiga dendrophila solo existen menos de cuatro casos de envenenamiento adecuadamente documentados en el mundo, ahora imaginemos lo que se sabe del veneno de otras muchas especies menos conocidas...

Este desconocimiento ya ocasionó antaño casos graves de accidentes con animales vendidos "en masa" y que se creían inofensivos (Rhabdophis) y cuyo veneno potencialmente letal fué reconocido debido a mordeduras, entre otros casos, documentadas entre aficionados a la terrariofilia y muy lejos del país de origen del animal.

Sin ánimo de exagerar con respecto a estas interesantísimas serpientes y sus venenos, ya que los envenenamientos serios son raros y las muertes todavía más, sí que merece la pena ser cautos y conscientes de lo que se tiene en casa dentro de un terrario y nunca menospreciarlo ya que, por ejemplo, en el año 2007 se produjo la primera mordedura documentada de una culebra voladora Chrysopelea pelias y tubo como resultado el ingreso de una chica de 19 años en un hospital aquejada de fortísimos dolores, esto ocurrió en Kuala Lumpur y años después en el 2013 un herpetólogo profesional fué mordido en Guatemala por una serpiente ojos de gato Leptodeira frenata en un dedo y los efectos del veneno no se hicieron espersr con la víctima (mordida por una serpiente considerada como de veneno poco potente previamente) aquejada de unos fortísimos dolores y con unas nada despreciables ampollas sanguinolentas en la zona mordida, curiosamente el animal solo medía 53 cm y estuvo manteniendo su mordedura durante un minuto, no obstante, los síntomas tardaron unas cinco semanas en remitir.

Ante esto insisto, para quienes poseáis estos animales, en que ni sus venenos han sido adecuadamente estudiados ni existen suficientes mordeduras documentadas como para afirmar lo peligrosas o inofensivas que son muchas especies, de modo que la precaución acompañada siempre de manipulaciónes o la alimentación usando las herramientas adecuadas son básicas con estos animales, ya se trate de un Heterodon, una Boiga o una Chrysopelea.

Tened además en cuenta que "no mortal" no significa que el posible envenenamiento o síntomas sean, como hemos visto, "triviales".

Mucha precaución para aquellos que ya poseáis estos animales y para aquellos que tengáis en mente adquirirlos pensadlo cinco veces.

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