Un empleado del Zoo Nacional en Washington, USA, recibió en los ojos el contenido de las glándulas de almizcle situadas en la región cloacal de un mocasín boca de algodón Agkistrodon piscivorus de 90 cm cuando trasladaba al reptil de un punto a otro de las instalaciones y el animal en un intento de morder al cuidador se mordió a sí mismo en la cola.
Recibir en los ojos el contenido de dichas glándulas resulta sumamente doloroso ya que causa una conjuntivitis aguda, esta capacidad de proyectar dicho contenido a cierta distancia convierte tanto a los mocasines boca de algodón como a los cabeza de cobre Agkistrodon contortrix ( desconozco si otras especies de mocasines también lo hacen ) en algo más peligrosos de lo que ya son por la mera acción de sus venenos.
En caso de recibir dicho “ disparo “ en los ojos se recomienda un inmediato lavado de ojos y una visita a un oftalmólogo, no obstante, dicho almizcle no resulta tan peligroso como el autentico veneno proyectado a distancia por las cobras escupidoras, incluso así usar gafas protectoras cuando se trabaja con estos Agkistrodon resulta necesario.
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