William ( Bill ) Lamar,
herpetólogo norteamericano de gran prestigio y coautor de multitud
de artículos científicos y de libros fundamentales sobre reptiles
venenosos como son los magníficos “ The dangerous reptiles of
latin america “o “Venomous reptiles of the western hemisphere “,
ha hecho unas curiosas declaraciones sobre algunos de los
documentales que se hacen hoy en día y lo hace después de haberse
pasado más de media vida viviendo en las selvas de la Sudamérica
tropical que a muchos nos gustaría visitar.
Según Lamar resulta poco
menos que preocupante la actitud que promueven algunos de los
programas directa o indirectamente relacionados con la naturaleza que
se presentan hoy en día debido a la abundancia de sensacionalismo.
Para hacernos un poco a la idea de lo que estamos hablando citaré a
Lamar cuando menciona el trabajo magnífico e inspirador de maestros
como Sir David Attenborough y lo compara con otros que van
impregnados de un estilo “ tarzán “ agresivo y superviviente
donde se utilizan tópicos tan viejos y trasnochados como son
aquellos del hombre contra la naturaleza y esta última como algo que
hay que dominar y por supuesto sus animales peligrosos como algo que
hay que cazar o eliminar y, al menos esto, en un mundo donde la
naturaleza y sus criaturas desaparecen dia a dia me parece trágico e
inadmisible.
En clara alusión a la
credibilidad de estos programas y en concreto a los destinados a la
supervivencia, Lamar menciona como en uno de estos espectáculos
televisivos ( en los que se molesta intencionadamente a las
“agresivas” serpientes para que ataquen y poder decir así que
son agresivas ), fue testigo de como una pareja de “ supervivientes
“ encontraron a una gran serpiente mientras estaban perdidos en una
“ peligrosa “ selva amazónica de modo que para poder comer
decidieron capturar, matar, cocinar y comerse al reptil, claro que
esto es lo que vemos en pantalla ya que, en realidad, la serpiente
había sido comprada en un mercado local y los “ supervivientes “
estaban filmando su escena selvática en una zona muy cercana a un
hotel...
Las preguntas que hago
son las siguientes: ¿ es necesario que muera un animal para hacer un
programa de televisión ? o dicho de otra manera ¿ resulta necesario
que se hayan matado serpientes, varanos e incluso caimanes para hacer
estos programas televisivos donde alguien se come a estos animales “
por necesidad ” ?, ¿ resulta esto adecuado, ético o por encima de
todo necesario ?
Y ahora y bajando el listón
de calidad todavía más preguntaré ¿ como es posible que unos
señores productores y directores de la serie donde se cazan
aligatores en Norteamérica presenten una serie donde la víctima (
el aligator ) se retuerce en una de las agonías más terribles
provocada por un gran anzuelo que está desgarrándole las entrañas
y encima se ensalce la peligrosidad de este oficio y el valor de los
cazadores ? y no contentos con esto las palabras “ monstruo “ o “
monstruo devorador de hombres “ aparecen continuamente en alusión
a los reptiles, claro que no contentos con esto definen el habitat de
estos animales como un lugar plagado de peligros, lo cual consigue
que a los espectadores que crean que todo esto es cierto les den
ganas de erradicar a todos los caimanes y arrasar el habitat donde
viven para plantar, por ejemplo, trigo.
Afortunadamente hay otra
forma de ver las cosas, ya que no solo los aligatores no son tan
peligrosos sino que aportan unas excelentes cantidades de dinero a la
economía de los estados donde viven debido a sus pieles y además
son una especie clave dentro de sus habitats los cuales, lejos de ser
un lugar plagado de peligros, son uno de los ecosistemas más ricos
en flora y fauna del mundo y desgraciadamente más amenazados. Por
otra parte, los cazadores de estos animales, si, los de la profesión
tan peligrosa, curiosamente cazan de la misma forma en que antes se
cazaba a los últimos supervivientes de entre una población de
caimanes, esto es, a los más cautos, difíciles de localizar y
disparar y lo hacen mediante trampas y anzuelos y este último
método es extremadamente cruel e inhumano. Y en cuanto a la
peligrosidad del oficio, diré que en los antiguos libros de caza de
estos animales ( y tengo tres de estos libros ) existen más bien
pocos casos reportados de accidentes entre los antiguos cazadores de
caimanes y cocodrilos los cuales en cambio “limpiaron” casi
completamente de estos reptiles las zonas tropicales del mundo no sin
justificar semejante carnicería aludiendo a la supuesta peligrosidad
de los reptiles.
Lo realmente preocupante de
todo esto radica en que la gente se crea estas series y que esto que
aparece en ellas es y debe ser así y por tanto que resulta necesario
cortarle la cabeza a la serpiente o matar al peligroso cocodrilo o
que ya sean las selvas, los desiertos o los pantanos son lugares
terroríficos y plagados de peligros y no se vea a estos animales y
sus habitats como zonas que necesitan ser protegidas ante la
contaminación, la conversión de zonas húmedas en zonas de cultivo,
la tala y a su fauna, por peligrosa que sea, como especies dignas de
protección.
Yo desde luego recomiendo
tener cuidado con lo que se ve y sobre todo más que crítico ser
selectivo eligiendo programas educativos y de calidad frente a los de
este tipo.
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