Recientemente y por
televisión pude comprobar el caso de la pitón de Birmania que se ha
hecho famosa en las redes sociales españolas. Por supuesto estoy
hablando de Tundra quien con sus 5 metros y, según dicen, unos 120
kilos de peso ha saltado a la fama por obra y milagro de la falta de
prudencia de sus dueños. El caso es, según se puede leer en los
periódicos y ver en la Web, que los dueños de esta pitón se
dedicaban a pasear ocasionalmente al animal por la ciudad de Gijón
mientras avisaban a los vecinos que fuesen apartando a los perros a
su paso no ocurriese alguna desgracia provocada por el apetito del
reptil.
Esto
es y en resumidas cuentas, pasando desapercibidos y sin intentar
sembrar alarma social bajo ningún concepto...
Lo primero es
que no se que hacen unos señores paseando semejante animal por la
calle y otra cosa que no consigo adivinar es el motivo de estos
paseos los cuales considero totalmente innecesarios, a no ser
claramente que se trate de un intento de llamar la atención en
público a costa de la serpiente. Lamentablemente estos paseos y
actitudes podrían tener consecuencias que podrían terminar mal para
el animal por dos motivos. El primero es que un reptil tropical y el
posible clima de Gijón no “ pegan “ demasiado bien juntos lo
cual podría desembocar en una neumonía con la consiguiente visita
al veterinario o, puestos en lo peor, con posibles consecuencias
fatales para el reptil y lo segundo es que en caso de incautacion
por parte del Seprona el animal, inofensivo y que no ha hecho daño a
nadie en su vida, hubiera terminado sus días vaya Ud. a saber en que
albergue de fauna y bajo que condiciones de vida y todo por la
actitud irresponsable de sus dueños.
Finalmente
todo este asunto terminó con la visita del Seprona al domicilio del
dueño del animal ( lo cual no era de extrañar ante el “show”
con serpiente enorme por la calle y la falta de discreción con
semejante animal en público ) y una multa a pagar por el dueño del
animal el cual, ya fuera por ignorancia o adrede, no tenía ni el
seguro de responsabilidad civil ni la licencia de animales peligrosos
otorgada por su ayuntamiento y necesaria para poseer este tipo de
reptiles legalmente, aunque existe una vuelta de tuerca más en este
asunto y es que el dueño del reptil declara que quiere vender a la
serpiente por falta de espacio en su domicilio, lamentablemente de
eso se ha dado cuenta después de convivir con el animal durante 18
años, tiempo el cual es más que necesario para encariñarte más
que de sobra con un animal ( aunque sea una serpiente ) y no de
deshacerte de ella vendiéndola, en resumidas cuentas, una muestra
más de un animal comprado sin que sus dueños se informen de las
dimensiones o necesidades de los animales que adquieren.
Antes de
comprar un animal de estas características lo mejor es informarse
bien, o mejor muy bien, tanto de sus necesidades, tamaño, etc, como
de la normativa legal vigente a tener en cuenta y desde luego ser
absolutamente responsable de tu compra durante toda la vida de tu
mascota, que para eso es tu responsabilidad la cual te has creado
voluntariamente y dejar los espectáculos en público para los
circos, ya que a una serpiente no es necesario bajarla a la calle
como si fuera un perro para nada y mucho menos para llamar la
atención.
Por otra
parte, la tocante a las autoridades en materia de fauna, creo que
sería muy necesaria algún tipo de campaña informativa destinada a
informar a los ciudadanos que compran este tipo de animales de los
permisos y seguros de responsabilidad civil que necesitan ya que el
desconocimiento y la ignorancia generalizada por parte de los
compradores, ya sea adrede o no, es algo demasiado común.
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