Cuando Sue Cull de 47 años de
edad salió del pub local y atajó por una zona de hierbas altas en
su camino de vuelta a su casa en el sur de Gales no sabía la
sorpresa tan desagradable que se iba a encontrar ya que al pasar por
este descampado fue mordida dos veces, una en cada pie, por una pitón
de tres metros de longitud que estaba allí escondida entre las
hierbas.
Dado que las pitones no son
nativas de Gales el accidente lo provocó, lógicamente, una mascota
fugada recientemente de una casa cercana la cual reaccionó de manera
defensiva al acercarse demasiado a ella la sorprendida mujer. La
accidentada se vio forzada a pasar la noche en observación en el
hospital donde fue tratada con antibióticos y sometida a rayos X
para comprobar que ninguno de los dientes del reptil había quedado
clavado en sus pies.
Afortunadamente y a pesar de las
dos mordeduras la mujer se encuentra en perfecto estado habiendo sido
dada de alta al día siguiente de su accidente y la serpiente fue
capturada y devuelta a su propietario el cual había denunciado
previamente a las autoridades la desaparición del animal.
Este tipo de noticias tan
desafortunadas unida a la tragedia ocurrida también recientemente en
Canadá da pié a recomendar a los propietarios de boas y pitones que
extremen las precauciones con sus mascotas ya que este tipo de
noticias sobre fugas, mordeduras y personas muertas no benefician
absolutamente a nadie y menos a vosotros.
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