Los principales
enemigos de las personas que sufren una mordedura seria de serpiente en los
países más afectados por el ofidismo son: la falta total de sueros antiofídicos
adecuados o en cantidades insuficientes, los primeros auxilios inadecuados, la
falta de centros de salud donde administrar dichos sueros adecuadamente, la
ignorancia y la labor de brujos, curanderos y chamanes.
La acción de los curanderos frente a un
caso de envenenamiento ofídico donde la serpiente ha inoculado una cantidad
significativa de veneno resulta tan nefasta como lo son los antiguos primeros
auxilios en caso de mordedura ya que no solo no benefician en absoluto al
herido, excepto quizá aliviándole psicológicamente haciéndole pensar que se va
a salvar, sino que además perjudican su salud al ser imposible que sus
tratamientos neutralicen las toxinas que se mueven libremente por su organismo
causando cada vez más daños. En el caso de que el herido sobreviva al
envenenamiento pero padezca las consecuencias de síntomas locales como pueden
ser necrosis en la zona afectada posiblemente la infección resultante o la
falta de higiene y antibióticos conseguirán finalmente lo que el veneno no pudo
hacer o todo terminará con la persona sufriendo una terrible malformación en la
zona o miembro afectado que, posiblemente, la incapacitará durante el resto de
su vida, además, y para mas INRI, dichos tratamientos tradicionales retrasan la
administración de el único tratamiento efectivo ante un envenenamiento
moderado o grave con posibles consecuencias fatales.
Hasta que los investigadores médicos
consigan inventar, patentar y comercializar un medicamento todavía mejor que
los sueros antiofídicos producidos hoy en día, la única cura es y será el uso
de estas medicinas ante un caso de envenenamiento producido por una serpiente o
cualquier animal dotado con un veneno lo suficientemente potente como para resultar un peligro cierto para la
vida.
No obstante si esto es así, ¿ por que
miles de personas en muchos países en vías de desarrollo siguen acudiendo a
brujos y curanderos con la esperanza de que ellos les hagan sanar mediante sus
prácticas? Existen varias razones que mencionaré aquí.
-
La imposibilidad de acudir a un hospital situado a
muchos kilómetros por parte de personas que viven en comunidades aisladas.
-
La escasez de vehículos de transporte y de carreteras
adecuadas transitables durante todo el año.
-
La falta de hospitales frente a la presencia más
cercana de curanderos los cuales, además, cobran menos que un hospital por sus
servicios.
-
La posible falta de sueros antiofídicos en dichos
hospitales y de personal médico que sepan tratar un envenenamiento con ellos.
-
El hecho de que todas las mordeduras no son producidas
por especies venenosas y ante ello las prácticas de los curanderos
aparentemente “salvan” la vida del accidentado.
-
El hecho de que en muchas ocasiones las serpientes
venenosas no inoculan veneno con su mordedura dando lugar a envenenamientos
nulos o leves siendo, por regla general, mucho menos comunes los casos mortales
con lo que una vez más queda demostrado que el trabajo de los curanderos
“funciona” salvando la vida del accidentado y si el accidentado salva su vida
pero presenta síntomas locales causados por la acción del veneno como una
herida necrosada, bueno, las excusas por parte del curandero valiéndose de la
ignorancia del accidentado harán el resto.
-
Si el accidentado acude al hospital y no al curandero -
el cual es un miembro importante dentro de su comunidad - este muy bien puede
tomar futuras represalias en su contra por este desaire.
-
La desconfianza que mucha gente tiene hacia la medicina
moderna, los médicos y hospitales cuyo trabajo y métodos resultan tan
diferentes a las medicinas tradicionales que practican los curanderos y que
conocen desde siempre.
-
El hecho de que hay gente que piensa que en el hospital
le van a engañar.
Ante
todas estas razones negativas ( y muy posiblemente existan muchas más ) pero
para intentar concienciar a la gente de que acuda a hospitales y no a
curanderos, brujos, chamanes, etc y, a la vez, que entiendan la importancia de
un envenenamiento ofídico y en que radica su cura me remito a la frase escrita
por Héctor Charry Restrepo ( de quien merece la pena hablar con mucha más calma
en este blog y así se hará ) quien lucha contra el ofidismo y además en “el
campo de batalla”, esto es, produciendo sueros antiofídicos que salvan muchas
vidas todos los años en su país natal, Colombia. Héctor dio una excelente
explicación y “ para todos los públicos “ acerca de la acción del veneno en el
cuerpo humano y su tratamiento la cual era más o menos así:
“
Si el veneno es un incendio dentro del cuerpo humano y el suero antiofídico
son
los bomberos, si estos últimos actúan rápidamente los daños serán
pocos,
pero si llegan tarde no encontrarán más que destrozos “
Y esto no
puede ser más cierto, si se acude a un curandero para recibir un tratamiento (
que además es inadecuado y contraproducente ) ya se está perdiendo un tiempo
precioso en acudir a un hospital por lejos que esté y, como hemos visto, en la
lucha contra este tipo de “incendio” el tiempo cuenta y mucho, ya que cuanto
más tiempo se tarda en recibir “ a los bomberos “ más posibilidades existen de
sufrir daños en órganos importantes, mas extensas son las posibles necrosis con
lo que resulta más fácil quedar desfigurado o lisiado y más posibilidades hay
de morir existen.
Nunca es demasiado
tarde para recibir sueros antiofídicos en caso de mordedura y los
curanderos carecen de ellos, solo existen en los hospitales y es ahí
donde hay que acudir tan rápidamente como sea posible y con el herido en reposo.
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