La acción
universal de matar a cuanta serpiente nos encontramos se cuenta entre
las principales causas de accidentes con estos animales en todo el
mundo o dicho de otra manera más clara, “si quieres ser mordido lo
único que tienes que hacer es intentar matar a una serpiente”.
Estas
acciones erróneas, perniciosas, cuando no completamente ILEGALES y
anti ecológicas basadas en la creencia popular de que acabar con
estos animales de manera ciega resulta un beneficio para todos no
solo resulta totalmente falsa sino que también es potencialmente
peligrosa ya que no solo no se evita el supuesto peligro que supone
el animal sino que pone al atacante, el cual es indefectiblemente el
ser humano, en peligro.
Un ejemplo
claro de los peligros que esto acarrea se muestran con el caso que
ocurrió este verano en Oviedo donde según la noticia periodística
aparecida en Elcomercio.es con fecha del 5/9/2013 un niño de 8 años
se topó con una serpiente a la que apedreó hasta que la creyó
muerta y una vez que el animal no se movía la agarró con la mano,
momento el cual el animal le mordió en la mano izquierda, después
del accidente el niño acudió a sus padres los cuales, cuando
observaron que su mano se hinchaba, decidieron llevarle junto con la
serpiente muerta al hospital.
Imagino
que después de pasar un muy mal rato de espera en el hospital los
padres del niño fueron informados por el Seprona de que la mordedura
la causó una inofensiva culebra de Montpellier o bastarda Malpolon
monspessulanus la cual, para más INRI, resulta una especie
escasa en Oviedo.
Ahora
bien, si en lugar de ser una culebra inofensiva se hubiese tratado de
una víbora todo esto habría acabado de una manera muy diferente ya
que el animal agredido habría inoculado una buena dosis de veneno a
su atacante en defensa propia y la familia y el niño se habrían
enfrentado a un caso grave de envenenamiento del que no se habría
salido tan fácilmente sin la ayuda de un antídoto el cual resulta
escaso en España.
Si algo
nos enseña este caso es que los accidentes ocurren de esta manera
sin importar que se trate de la acción de un niño o un adulto y
terminan con una persona asustada en el hospital y una especie
inofensiva y localmente escasa en este caso muerta ¿quién ha ganado
algo con todo esto? La verdad es que en este caso nadie, ya que todos
los involucrados han salido perdiendo.
Nunca se
deben manipular serpientes aparentemente muertas con las manos y,
mejor todavía, no se las debe matar ya que esto es ilegal, dañino
para el medio ambiente y, como hemos visto, potencialmente muy
peligroso.
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