He podido
encontrar una noticia en la prensa concerniente a cierto accidente,
uno que fué causado por un escorpión aquí en España.
Se trata
de un artículo que fue publicado en el año 2010 en un diario
digital, concretamente en Hoy.es y cuyo artículo titulado
“Encontraron el antídoto gracias a las Olimpiadas” versa sobre
lo siguiente:
Corría el
año 1992 cuando Víctor Morcillo, quien por aquel entonces tenía
solo dos años de edad, fue picado en un pié cuando, dada su escasa
edad por aquel entonces, un familiar le puso los zapatos por la
mañana poco después de que el niño se despertarse, lamentablemente
dichos zapatos se quedaron en el exterior de la casa durante toda la
noche en la finca de Extremadura donde vivía esta familia y un
escorpión que pasaba por allí decidió, ante la llegada de la luz
del nuevo día, que el interior de una de las pequeñas zapatillas
era un escondite tan bueno para el como cualquier otro para
refugiarse del calor del sol.
La familia
del niño comenzó a sospechar que algo raro ocurría cuando el niño
rompió a llorar nada más ponerle los zapatos y cuando al mirarle el
pié notaron que allí había cierta cantidad de sangre, la reacción
del tío del pequeño fue la más inadecuada ya que metió los dedos
dentro del zapato y, sin saber lo que allí había, sacó al animal
el cual, ante semejante tratamiento, tambien le propinó una buena
picadura defensiva.
Con dos
personas accidentadas, una de ellas un niño, la familia decidió
acercarse a un ambulatorio donde ambos heridos recibieron una
inyección del anti inflamatorio Urbason y el consejo de que se
acercasen al hospital de Mérida “por si acaso”, lamentablemente
fue en el trayecto donde el veneno comenzó a hacer efecto ya más
seriamente y el niño llegó al hospital en estado crítico, ya que
lo del Urbason usado ante cualquier tipo de accidentes con animal
venenosos ya sean escorpiones o víboras tiene sus limitaciones.
Dicha
familia estuvo en el hospital durante los tres días siguientes
sufriendo una angustia terrible ante el destino de su hijo, ya que el
pequeño estaba entre la vida y la muerte sin que nadie,
absolutamente nadie, dentro del personal médico fuera capaz de
encontrar un antídoto adecuado para la picadura del escorpión ni en
España ni en Francia (imagino que preguntaron en el Instituto
Pasteur) y todo esto a pesar del revuelo de solidaridad que se formó
en torno al accidente formado por la gran cantidad de gente que
intentaba ayudar a dicha familia intentando conseguir la medicina
salvadora.
Curiosamente
en dicho año se celebraban las olimpiadas de Barcelona y fue gracias
a la celebración de este evento e imagino que debido a la gran
cobertura mediática propia de dichos juegos, que se pudo encontrar
el único centro en España que poseía el antídoto el cual, tras
ser administrado, después de sufrir un verdadero calvario tanto la
víctima como su familia, finalmente salvó la vida del pequeño.
Creo que
la pregunta oportuna ante este accidente provocado por un animal
venenoso que vive en España y no uno que vive en, digamos,
Venezuela, es la siguiente: A pesar del tiempo que ha pasado desde
este accidente ¿estamos mínimamente preparados para cualquier
urgencia médica relacionada con fauna venenosa ya sea nacional o
extranjera?
Sacad
vuestras propias conclusiones ante este caso.
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