jueves, 3 de octubre de 2013

El escorpión y las Olimpiadas de Barcelona 92.

He podido encontrar una noticia en la prensa concerniente a cierto accidente, uno que fué causado por un escorpión aquí en España.

Se trata de un artículo que fue publicado en el año 2010 en un diario digital, concretamente en Hoy.es y cuyo artículo titulado “Encontraron el antídoto gracias a las Olimpiadas” versa sobre lo siguiente:

Corría el año 1992 cuando Víctor Morcillo, quien por aquel entonces tenía solo dos años de edad, fue picado en un pié cuando, dada su escasa edad por aquel entonces, un familiar le puso los zapatos por la mañana poco después de que el niño se despertarse, lamentablemente dichos zapatos se quedaron en el exterior de la casa durante toda la noche en la finca de Extremadura donde vivía esta familia y un escorpión que pasaba por allí decidió, ante la llegada de la luz del nuevo día, que el interior de una de las pequeñas zapatillas era un escondite tan bueno para el como cualquier otro para refugiarse del calor del sol.

La familia del niño comenzó a sospechar que algo raro ocurría cuando el niño rompió a llorar nada más ponerle los zapatos y cuando al mirarle el pié notaron que allí había cierta cantidad de sangre, la reacción del tío del pequeño fue la más inadecuada ya que metió los dedos dentro del zapato y, sin saber lo que allí había, sacó al animal el cual, ante semejante tratamiento, tambien le propinó una buena picadura defensiva.

Con dos personas accidentadas, una de ellas un niño, la familia decidió acercarse a un ambulatorio donde ambos heridos recibieron una inyección del anti inflamatorio Urbason y el consejo de que se acercasen al hospital de Mérida “por si acaso”, lamentablemente fue en el trayecto donde el veneno comenzó a hacer efecto ya más seriamente y el niño llegó al hospital en estado crítico, ya que lo del Urbason usado ante cualquier tipo de accidentes con animal venenosos ya sean escorpiones o víboras tiene sus limitaciones.

Dicha familia estuvo en el hospital durante los tres días siguientes sufriendo una angustia terrible ante el destino de su hijo, ya que el pequeño estaba entre la vida y la muerte sin que nadie, absolutamente nadie, dentro del personal médico fuera capaz de encontrar un antídoto adecuado para la picadura del escorpión ni en España ni en Francia (imagino que preguntaron en el Instituto Pasteur) y todo esto a pesar del revuelo de solidaridad que se formó en torno al accidente formado por la gran cantidad de gente que intentaba ayudar a dicha familia intentando conseguir la medicina salvadora.

Curiosamente en dicho año se celebraban las olimpiadas de Barcelona y fue gracias a la celebración de este evento e imagino que debido a la gran cobertura mediática propia de dichos juegos, que se pudo encontrar el único centro en España que poseía el antídoto el cual, tras ser administrado, después de sufrir un verdadero calvario tanto la víctima como su familia, finalmente salvó la vida del pequeño.

Creo que la pregunta oportuna ante este accidente provocado por un animal venenoso que vive en España y no uno que vive en, digamos, Venezuela, es la siguiente: A pesar del tiempo que ha pasado desde este accidente ¿estamos mínimamente preparados para cualquier urgencia médica relacionada con fauna venenosa ya sea nacional o extranjera?

Sacad vuestras propias conclusiones ante este caso.


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