sábado, 18 de junio de 2011

Una llamada a la precaución con las grandes serpientes constrictoras.

A pesar de que este Blog no versa sobre este tipo de serpientes, creo conveniente la publicación de una serie de normas básicas para evitar posibles accidentes con estos animales, no solo por el posible accidente o la posible tragedia que se puede evitar sino por que de aquí a cierto tiempo tener este tipo de animales sin declarar o censar será un delito.

 Como mucha gente ya sabrá las leyes acerca de la tenencia de animales exóticos en los hogares españoles han cambiado, o al menos y nos gusten o no, la aceptemos o no, ahora hay alguna legislación. Indudablemente el hecho de que ahora existan leyes que prohíban la tenencia de serpientes venenosas o grandes serpientes constrictoras de más de 2 kilos de peso (encuentro este “baremo” realmente absurdo ya que una “gran” pitón real Python regius bien alimentada puede pesar eso) y preguntándome: ¿cuántos miles de pitones birmanas Python molurus bivittatus, boas constrictor Boa constrictor, pitones reticuladas  Python / Broghammerus reticulatus, anacondas amarillas Eunectes notaeus y en menor medida anacondas verdes Eunectes murinus viven en hogares españoles? Bueno, de momento creo que hasta que no se realice un censo serio al respecto esto no se sabrá, pero solo hace falta darse un paseo por una feria de criadores de reptiles como la que tuvo lugar el mes pasado en Madrid para darse cuenta de las cantidades de estos animales que existen en oferta.

 A pesar de su gran tamaño la pitón de Birmania Python molurus bivittatus 
es una de las especies más frecuentemente mantenidas debido a su
 belleza y mansedumbre, no obstante la precaución con esta 
especie, por mansa que se muestre, nunca está de más.
Foto: Javier Carrasco.

Personalmente no tengo nada en contra de la gente que tiene estas grandes serpientes en casa siempre y cuando las traten o cuiden adecuadamente y lo más importante no las abandonen cuando se hacen demasiado grandes, desde aquí apelo a la cordura y al buen juicio a la hora de comprar uno de estos animales eligiendo a las especies que mejor se adapten a las limitaciones de la vida en una casa, aquí en España, estamos demasiado familiarizados con el abandono de perros y gatos, no obstante cada vez son más los animales exóticos que se abandonan algunos de los cuales ya han establecido colonias permanentes en ciudades como Madrid.

 En este sentido los españoles debemos estar sumamente avergonzados ya que si la frase “el nivel cultural de un país se mide por el respeto a los animales” nosotros con nuestra gran cantidad de abandonos de mascotas anuales debemos estar los últimos en un ranking de países cultos y como ya he comentado esto no ocurre solo con perros y gatos, he sido testigo de ejemplares abandonados de serpientes llegando a conocer ejemplares de boa constrictor que habían sido apaleadas por personas y que llegaron a centros de acogida de animales abandonados totalmente desnutridas, con multitud de costillas rotas y en un estado general lamentable y más lamentable todavía es la historia del asustado ciudadano por cuyo inodoro salió una pitón real Python regius fugada o abandonada, el pobre hombre llamo a la policía la cual acudió, roció a la serpiente con lejía para posteriormente trocearla a cuchilladas, las lamentable fotos de los policías con el cadáver del animal aparecieron incluso en televisión junto con la noticia, lamentablemente tambien lo hizo este incidente en la prensa extranjera bajo el título “Tipical Spanish” que cada uno saque sus propias conclusiones sobre todo esto... de modo que por favor pensaos muy seriamente en comprar uno de estos animales o cualquier otro, su vida no es un capricho pasajero y el abandono es un delito y no es la solución, lo mejor es no comprarlas.

 La pitón de Seba Python sebae, no resulta común en cautividad
 debido al gran tamaño que puede llegar a alcanzar unido 
    a su usual mal carácter.
Foto: Javier Carrasco.

Personalmente creo que en este país existen varios miles, sino más, de las serpientes antes citadas conviviendo con los españoles que las compraron cotidianamente y afortunadamente nunca ha habido que lamentar ninguna desgracia, no obstante una gran cantidad de serpientes de gran tamaño sumada a una gran cantidad de personas muchas de las cuales pueden no conocer demasiado bien su comportamiento puede dar lugar a accidentes a veces con consecuencias fatales.

Debe aclararse que las serpientes de gran tamaño, es decir, aquellas que superan los 6 metros de longitud nunca han sentido predilección por el ser humano como presa, quizás por que nuestra forma de caminar bípeda nos hace parecer animales demasiado grandes para ser atacados, sea como fuere y al menos en la naturaleza los ataques de grandes constrictoras documentados pueden ser contados con los dedos de las manos y nos sobrarán algunos dedos y muy a pesar de mucha gente está plenamente convencida de que animales como las anacondas Eunectes murinus se comen a una persona un día si y otro tambien resulta ciertamente sorprendente saber que no existe ningún ataque documentado y veraz con consecuencias fatales por parte de esta especie a un ser humano, en este tema en particular la serpiente constrictora que más seres humanos ha matado es la pitón reticulada  Python / Broghammerus reticulatus, no obstante, la cantidad de ataques documentados es de alrededor de 4, otras especies tambien se han visto implicadas en este raro tipo de comportamiento como la pitón de Seba Python sebae y la pitón de Seba Sudafricana Python natalensis las cuales han provocado al menos uno o dos accidentes mortales, indudablemente no se puede considerar a estos animales como unos devoradores de hombres pero se las debe tener un sano respeto, sin embargo se han producido más ataques, algunos de ellos con consecuencias mortales, entre grandes serpientes y propietarios inexpertos en cautividad de los que se han producido nunca en la naturaleza.

A pesar de que las boas constrictor Boa constrictor son muy 
frecuentemente mantenidas en cautividad debido a su
 mansedumbre y tamaño “moderado”, esta subespecie, la boa 
dlas Vizcacheras o boa constrictor argentina Boa constrictor 
occidentalis es rara vez vista en cautividad debido a que se 
encuentra amenazada de extinción.
Foto: Javier Carrasco.

Aunque resulta una rareza una de estas grandes serpientes, por muy mansa que se muestre ante sus dueños y algunas desde luego lo són, puede llegar a atacar a su propietario, el cual confía plenamente en su mansedumbre, debido simplemente a que le confunde con su comida como consecuencia de que este ha estado manipulando la comida del animal con las manos y el olor de la presa se ha quedado en las manos o en la ropa del propietario de la serpiente, desde el punto de vista del reptil, cuya visión resulta no demasiado buena, lo que se le presenta delante se mueve, el reptil percibe su calor corporal con sus fosetas termorreceptoras y huele a comida con lo cual el ataque puede llegar a producirse y creo que una pelea hombre-serpiente si esta mide más de alrededor de 4.5 metros terminaría con una victoria indudable por parte del reptil, ya que simplemente no existe manera de quitarse a uno de estos animales de encima si se está solo y la fuerza que poseen es muy superior a la de un hombre adulto, no obstante una cosa es que mate a una persona y otra muy distinta que llegue a poder comérsela ya que a pesar de que pueden comer animales ciertamente grandes como pequeños ciervos o jabalís la forma corporal de un ser humano es demasiado inadecuada para poder pasar por la boca de una serpiente por mucho que esta se dilate simplemente por que nuestros hombros son demasiado anchos para poder ser abarcados de modo que si el reptil intenta comerse el cadáver de su propietario con toda probabilidad acabará por cesar en sus intentos debido a la imposibilidad de engullir semejante presa, no obstante el dueño del reptil habrá perdido la vida en un accidente fácilmente evitable.

Conocer a estos animales y sus comportamientos siempre es una garantía a la hora de evitar un posible ataque el cual nunca tiene por que producirse si se siguen estas reglas básicas, no obstante, debemos recordar que hasta una constrictora pacífica puede tener “un mal dia”.

Constrictoras de menor tamaño a las especies aquí citadas son una mejor
elección, a mi juicio, para mantener en una casa, aquí una Boa arco
iris Epicrates cenchria cenchria
Foto: Javier Carrasco.

- Nunca se debe manipular a la presa de uno de estos animales como gallinas, conejos, ratas y acto seguido interactuar con la serpiente, su olor puede quedarse en nuestras manos o ropajes y esto confundirá a la serpiente la cual no sabe ni puede distinguir entre lo que es comida y nuestras manos. Lavarse las manos con jabón antes de dar de comer a estos reptiles resulta una buena idea y si la comida, en caso de ser una presa ya muerta, se le ofrece con unas largas pinzas, todavía mejor. Siguiendo esta simple regla se evitarán gran parte de los accidentes.

- Nunca se debe dejar a una serpiente de gran tamaño suelta por la casa ya que podría escaparse por una ventana y aparecer en casa de un vecino o quedar suelta en el vecindario creando una considerable alarma social y problemas para el propietario del animal y toda la comunidad herpetológica, estos animales siempre deben permanecer en su terrario y lejos del alcance de los niños, en el caso de que estos últimos interactúen con estos animales siempre debe ser bajo la supervisión de un adulto.

- Comprender el lenguaje corporal de una serpiente, venenosa o no es poder evitar un problema, nunca se debe subestimar la mordedura de una boa o pitón, si una de estas serpientes ante nuestra presencia se acerca lentamente sacando constantemente la lengua y con la vista pegada en nosotros posiblemente habrá problemas ya que quizá esté hambrienta y este buscando una presa, si el animal coloca su cuello en forma de “S” y bufa ruidosamente con la boca abierta es que está asustada y presta a defenderse lo cual hacen no constriñendo sino mordiendo a su agresor, nunca se debe acostumbrar a una serpiente a que cuando se abre la puerta del terrario lo primero que entra es comida ya que el día que tengamos que limpiarlo el animal procederá atacando lo primero que aparezca ante el y si somos nosotros... según mi experiencia basta con unos suaves toques en la cabeza del animal con un gancho o un palo para convencer a las serpientes hambrientas de que nosotros no somos la comida y que desistan en sus intentos de alimentarse, no obstante si haceis estos nunca bajeis la guardia.

- Nunca subestiméis la velocidad a la que puede moverse una de estas grandes serpientes hambrientas para acercarse a vosotros rápidamente, he visto personalmente a una ENORME pitón reticulada cubrir unos 2.5 metros de distancia hacia mi en cuestión de un segundo, siempre y ante todo precaución con los animales muy hambrientos, nunca os confiéis por mucho que creáis que los conocéis.

- Si bien colocarse alguna de estas serpientes al cuello y sobre los hombros puede resultar en ocasiones la única forma de hacerse con su manejo de manera cómoda esto nunca debe hacerse ya que si el animal percibe que va a caerse y aprieta el cuello en su afán por no caerse puede llegar a ser muy peligroso debido a la gran fuerza y presión que pueden llegar a ejercer.

- En caso de ser mordido, por ejemplo en un brazo, se debe evitar en lo posible seguir nuestro movimiento reflejo de retirar rápidamente la extremidad mordido, esto solo acarrearía que los afilados dientes se claven más en nuestra carne y produzcan graves desgarros, hay que introducir todavía más el brazo dentro de la boca para desclavar el brazo de los dientes curvados hacia atrás.

-Nunca se debe manejar una de estas grandes serpientes estando solo, uno de estos animales de gran tamaño puede hacerse con nosotros muy rápidamente, en caso de ser atacado, mordido y constreñido, la técnica ideal consiste en que otra persona intente soltar al animal desenroscándolo empezando siempre por la cola, otra técnica que puede funcionar es verter alcohol en la boca del animal el cual soltará su presa ante la acción del alcohol en sus mucosas.

Baste comentar que un chico de 19 años de edad murió en la ciudad de Nueva York como consecuencia del ataque de su pitón birmana, el animal media 3.9 metros, un tamaño desde luego no demasiado grande para esta especie y todo fue por no seguir estas reglas básicas a la hora de alimentarlas, que este lamentable incidente sirva de ejemplo ante lo que no se debe hacer con estos animales y para fomentar un sanísimo respeto hacia ellos, los cuales por muy mansos que lleguen a ser, pueden llegar a darnos un disgusto bajo determinadas circunstancias como hemos podido comprobar, no obstante si se manejan adecuadamente y usando el sentido común el riesgo se disminuirá considerablemente pudiendo hacernos gozar de su presencia durante años.

Con el tamaño potencial que llegan a alcanzar difícilmente algunas
 de estas serpientes pueden vivir en una casa excepto si tenemos 
una habitación para ellas solas. En la foto la pitón reticulada 
“Titulcia”, con sus 7 metros y 100 kilos de peso es una buena muestra
de lo grandes que llegan a ser algunos de estos animales, los cuales no son
admitidos en Parques zoológicos como una donación por los visitantes
que quieran deshacerse de ellas ya que tienen a sus propios
 ejemplares.
Foto: Javier Carrasco.


No hay comentarios:

Publicar un comentario