viernes, 18 de enero de 2013

Mordeduras de serpiente. Curanderos



          Los principales enemigos de las personas que sufren una mordedura seria de serpiente en los países más afectados por el ofidismo son: la falta total de sueros antiofídicos adecuados o en cantidades insuficientes, los primeros auxilios inadecuados, la falta de centros de salud donde administrar dichos sueros adecuadamente, la ignorancia y la labor de brujos, curanderos y chamanes.

         La acción de los curanderos frente a un caso de envenenamiento ofídico donde la serpiente ha inoculado una cantidad significativa de veneno resulta tan nefasta como lo son los antiguos primeros auxilios en caso de mordedura ya que no solo no benefician en absoluto al herido, excepto quizá aliviándole psicológicamente haciéndole pensar que se va a salvar, sino que además perjudican su salud al ser imposible que sus tratamientos neutralicen las toxinas que se mueven libremente por su organismo causando cada vez más daños. En el caso de que el herido sobreviva al envenenamiento pero padezca las consecuencias de síntomas locales como pueden ser necrosis en la zona afectada posiblemente la infección resultante o la falta de higiene y antibióticos conseguirán finalmente lo que el veneno no pudo hacer o todo terminará con la persona sufriendo una terrible malformación en la zona o miembro afectado que, posiblemente, la incapacitará durante el resto de su vida, además, y para mas INRI, dichos tratamientos tradicionales retrasan la administración de el único tratamiento efectivo ante un envenenamiento moderado o grave con posibles consecuencias fatales.

         Hasta que los investigadores médicos consigan inventar, patentar y comercializar un medicamento todavía mejor que los sueros antiofídicos producidos hoy en día, la única cura es y será el uso de estas medicinas ante un caso de envenenamiento producido por una serpiente o cualquier animal dotado con un veneno lo suficientemente potente  como para resultar un peligro cierto para la vida.

         No obstante si esto es así, ¿ por que miles de personas en muchos países en vías de desarrollo siguen acudiendo a brujos y curanderos con la esperanza de que ellos les hagan sanar mediante sus prácticas? Existen varias razones que mencionaré aquí.

-         La imposibilidad de acudir a un hospital situado a muchos kilómetros por parte de personas que viven en comunidades aisladas.

-         La escasez de vehículos de transporte y de carreteras adecuadas transitables durante todo el año.

-         La falta de hospitales frente a la presencia más cercana de curanderos los cuales, además, cobran menos que un hospital por sus servicios.

-         La posible falta de sueros antiofídicos en dichos hospitales y de personal médico que sepan tratar un envenenamiento con ellos.

-         El hecho de que todas las mordeduras no son producidas por especies venenosas y ante ello las prácticas de los curanderos aparentemente “salvan” la vida del accidentado.

-         El hecho de que en muchas ocasiones las serpientes venenosas no inoculan veneno con su mordedura dando lugar a envenenamientos nulos o leves siendo, por regla general, mucho menos comunes los casos mortales con lo que una vez más queda demostrado que el trabajo de los curanderos “funciona” salvando la vida del accidentado y si el accidentado salva su vida pero presenta síntomas locales causados por la acción del veneno como una herida necrosada, bueno, las excusas por parte del curandero valiéndose de la ignorancia del accidentado harán el resto.

-         Si el accidentado acude al hospital y no al curandero - el cual es un miembro importante dentro de su comunidad - este muy bien puede tomar futuras represalias en su contra por este desaire.

-         La desconfianza que mucha gente tiene hacia la medicina moderna, los médicos y hospitales cuyo trabajo y métodos resultan tan diferentes a las medicinas tradicionales que practican los curanderos y que conocen desde siempre.

-         El hecho de que hay gente que piensa que en el hospital le van a engañar.

Ante todas estas razones negativas ( y muy posiblemente existan muchas más ) pero para intentar concienciar a la gente de que acuda a hospitales y no a curanderos, brujos, chamanes, etc y, a la vez, que entiendan la importancia de un envenenamiento ofídico y en que radica su cura me remito a la frase escrita por Héctor Charry Restrepo ( de quien merece la pena hablar con mucha más calma en este blog y así se hará ) quien lucha contra el ofidismo y además en “el campo de batalla”, esto es, produciendo sueros antiofídicos que salvan muchas vidas todos los años en su país natal, Colombia. Héctor dio una excelente explicación y “ para todos los públicos “ acerca de la acción del veneno en el cuerpo humano y su tratamiento la cual era más o menos así:

“ Si el veneno es un incendio dentro del cuerpo humano y el suero antiofídico
son los bomberos, si estos últimos actúan rápidamente los daños serán
pocos, pero si llegan tarde no encontrarán más que destrozos “


         Y esto no puede ser más cierto, si se acude a un curandero para recibir un tratamiento ( que además es inadecuado y contraproducente ) ya se está perdiendo un tiempo precioso en acudir a un hospital por lejos que esté y, como hemos visto, en la lucha contra este tipo de “incendio” el tiempo cuenta y mucho, ya que cuanto más tiempo se tarda en recibir “ a los bomberos “ más posibilidades existen de sufrir daños en órganos importantes, mas extensas son las posibles necrosis con lo que resulta más fácil quedar desfigurado o lisiado y más posibilidades hay de morir existen.

         Nunca es demasiado tarde para recibir sueros antiofídicos en caso de mordedura y los curanderos carecen de ellos, solo existen en los hospitales y es ahí donde hay que acudir tan rápidamente como sea posible y con el herido en reposo.

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